Meta en Ñuble es aumentar en 10% la población de huemules en un periodo de 12 años
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Desde el año 2010, cada 5 de agosto se celebra el Día Internacional del Huemul, considerado el ciervo más austral del mundo y es uno de los símbolos patrios del Escudo Nacional. En la actualidad está en peligro de extinción y los escasos ejemplares, no más de 1.500, están distribuidos en la zona sur de Chile y Argentina.
En el territorio nacional se encuentran especialmente en la región de Los Lagos, Aysén y Magallanes, y un número muy reducido habita en la cordillera de la Región de Ñuble, que lo convierte en la población de huemules que está más al norte del país y el mundo, y tiene la categoría de peligro crítico de extinción.
Existen planes y programas para conservar a esta especie nativa vulnerable a una serie de amenazas como incendios forestales, la caza ilegal, la reducción y modificación de su hábitat, entre otras.
Una de estas iniciativas es el Plan de Recuperación, Conservación y Gestión de Especies (Recoge) diseñado para disminuir las amenazas que afectan al huemul y aumentar la protección efectiva de sus poblaciones para evitar su desaparición. El plan establece como meta aumentar en un 10% su población en un periodo de 12 años, y se enfoca en la Reserva de la Biósfera Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja, teniendo como zonas núcleo la Reserva Nacional Huemules de Niblinto y la Reserva Nacional Ñuble.
El Plan Recoge Huemul está en el tercer año de su ejecución y contempla un total de 52 acciones, de las cuales se han ejecutado 15 hasta la fecha. El conjunto de acciones y actividades está siendo ejecutadas por Conaf (coordinador), el Ministerio de Medio Ambiente, el Servicio Agrícola y Ganadero, Ministerio de Obras Públicas, Ministerio de Energía, las ONG’s Aumen, Codeff y Dosel, y la empresa Forestal Arauco.
De acuerdo a este instrumento, existe un aproximado de 84 huemules en la última población de Chile central del huemul.
“Desde Ñuble estamos haciendo sinergias junto a universidades, ONG, empresas y servicios públicos. Además, queremos sumar a nuestros pares de Argentina para colaborar en un Plan de Acción Binacional en torno a la conservación del huemul. Si bien este plan existe desde 2012 en el marco de un memorándum de entendimiento entre ambas naciones, nuestra visión territorial es fortalecer el monitoreo y el mapa de distribución de la población y las amenazas presentes. Por lo tanto, nos gustaría obtener información desde Argentina para establecer un corredor biológico binacional con áreas protegidas estatales y privadas. Esto lo hemos abordado desde hace dos años en la Subcomisión de Medio Ambiente Chile – Argentina junto a Cancillería de ambos países, y también a nivel local a través del Comité de Integración Los Lagos organizado desde Ñuble”, destacó el seremi de Medio Ambiente, Mario Rivas.
Monitoreo
Conaf registra un total de 60 cámaras trampa repartidas entre la Reserva Nacional y Santuario de la Naturaleza Los Huemules de Niblinto y la Reserva Nacional Ñuble, que han permitido identificar el área de ocupación y presencia de la especie, así como llevar adelante el programa de monitoreo de fauna estandarizado, principalmente en época estival.
“El sostenido patrullaje de los guardaparques en el territorio permite detectar las amenazas y generar estrategias para su reducción. Teniendo toda esta información, hemos logrado establecer una mayor protección generando las condiciones para que su situación pueda mejorar. Evidencia de lo anterior está en nuestros registros, donde se ha logrado identificar familias y sitios donde existe reproducción (presencia de crías), lo que nos mantiene con bastante optimismo en relación al futuro de la especie”, resaltó el director de Conaf Ñuble, Juan Salvador Ramírez.
En los últimos años se ha detectado con mayor frecuencia la presencia del ciervo, y según el director de la Corporación, esto puede tener una directa relación con que el esfuerzo de monitoreo ha sido también mayor, y que la experiencia del personal de guardaparques ha facilitado que tengan cada vez mejores registros.
“Sin embargo, determinar un número exacto de ejemplares, al día de hoy, aún representa un desafío. Si bien actualmente tenemos implementado un sistema monitoreo de fauna estandarizado, que se acerca a su tercer año, sus resultados nos arrojan principalmente presencia y ocupación, eventualmente en unos años nos permitirá obtener un número aproximado de individuos para el área monitoreada. Es importante aclarar que dicha metodología está elaborada para el monitoreo de fauna en general y sus amenazas, no se enfoca exclusivamente en el huemul, por ello y dada la gran extensión de nuestras áreas protegidas, muchos puntos de monitoreo están en lugares que no son hábitat potencial del huemul, pero sí de otras especies de fauna nativa”, agregó.
El jefe de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf Ñuble, Mario Valdebenito, explicó que durante los meses de invierno se realiza un monitoreo exclusivo para huemul, instalando cámaras trampa en lugares de presencia histórica, lo que permite obtener información sobre el comportamiento de la especie al interior de las áreas protegidas, actualizar nuestra base de datos de presencia, determinar sitios de reproducción, generar estrategias para aumentar la protección de estos lugares de habitual ocupación por parte del huemul.
“El último monitoreo en la Reserva Nacional y Santuario de la Naturaleza Los Huemules del Niblinto se completó exitosamente. Se instalaron 60 cámaras trampa entre noviembre de 2023 y abril de 2024, con un esfuerzo de 3.174 días/cámara, obteniendo 5.053 fotografías, de las cuales el 42% fueron de fauna. Se registraron 25 especies, destacando el primer registro de pudú, concón, torcaza, mero, dormilona, cachaña, carpintero negro, picaflor chico y chincol. El zorro culpeo fue la especie más abundante y ocupó la mayor parte del área monitoreada, seguido de lejos por otras especies. El huemul también mostró un aumento en su abundancia relativa y ocupación”, detalló.
Mientras que “en el último monitoreo para la Reserva Nacional Ñuble se instalaron cámaras en 60 puntos, obteniendo más de 25.000 fotografías, de las cuales el 21% correspondió a registro de fauna, desafortunadamente, a diferencia del monitoreo de invierno (dirigido a huemul), en el último monitoreo estandarizado no se registraron huemul, quique ni gato colocolo como en el año anterior”, agregó.
El profesional sostuvo que, en cuanto a las especies identificadas como amenazas, el ser humano fue la más abundante y con mayor ocupación, representado por visitantes no autorizados que ingresaron durante el cierre de la reserva.
“Esto contrasta con el año anterior, donde se registró un mayor número de vacas y caballos sueltos. Este año no se observaron vacunos ni perros. Entre los objetos de conservación, el zorro culpeo continuó siendo la especie más abundante y con mayor ocupación, seguido de lejos por el puma, tal como ocurrió en la temporada anterior. Adicionalmente, se registraron por primera vez algunas especies de aves, lo que subraya la diversidad de fauna en la Reserva”, señaló.
Más equipamiento
A lo largo del tiempo el huemul ha enfrentado diversas amenazas, llevándolo a un delicado estado de conservación. En el pasado era cazado por lugareños para alimentación, y actualmente, la fragmentación de su hábitat sigue siendo una de las principales amenazas debido a los loteos y parcelaciones, así como los proyectos de infraestructura y urbanización que no incluyen medidas para mitigar el impacto en su entorno, entre otros. “Otras amenazas actuales son la introducción de especies exóticas, como otros tipos de ciervos que compiten por los mismos recursos alimentarios y el ingreso no autorizado de ganado a las áreas protegidas, que son capaces de transmitirle diversas enfermedades. Además, los incendios forestales siguen siendo un peligro importante para la especie y para el ecosistema que la sustenta”, añadió Valdebenito.
Para potenciar la protección del emblemático ciervo y restablecer su población en Ñuble, el experto afirmó que es necesario implementar un sistema de monitoreo exclusivo para esta especie, y para ello se requiere aumentar la dotación de equipos y recursos, así como la vinculación con actores relevantes en la conservación del huemul.
“Es necesario aumentar el monitoreo, especialmente en zonas fuera de las áreas protegidas, vinculando al Estado con propietarios cuyos predios poseen característica de hábitat potencial para la especie, apoyando a quienes tienen el interés de destinar sus predios a la conservación, proporcionando herramientas para el monitoreo y el control de amenazas. De esta manera, monitoreando estos predios sumado a lo que se realiza en las áreas protegidas del Estado, se podrá obtener información más precisa sobre el número y el estado de la especie en la Reserva de la Biósfera Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja. Además, contribuirá a establecer corredores biológicos efectivos”, subrayó.
Actualmente la Conaf trabaja en la elaboración de proyectos para postular a fondos concursables, que permitirán implementar un monitoreo de huemul, junto con generar instancias de investigación sobre la especie y estrategias de turismo sustentable en la región.
Discusión e investigación
Desde la academia también existen esfuerzos para proteger al huemul y toda la biodiversidad que existe en el territorio. Muestra de ello es el Programa de Gestión Ambiental Sustentable la Reserva de la Biósfera, programa FIC que ejecuta la Universidad de Concepción en territorios urbanos y rurales de las comunas de San Fabián, Coihueco, Pinto, El Carmen, Pemuco y Yungay, con financiamiento del Gobierno Regional.
El Dr. Gerardo Azócar, director del programa, destacó que se trata de un instrumento utilizado para avanzar en la conservación, desarrollo sostenible de las comunidades y mejorar el equipamiento y la infraestructura para el cumplimiento de objetivos trazados.
“Estamos trabajando y apoyando iniciativas del Estado que están relacionadas con la conservación y protección del huemul. Una de las más importantes es el Plan Recoge Huemul, en donde se realizan una serie de acciones para conservar la especie. Por ejemplo, llegar a acuerdos con propietarios, ver la posibilidad de avanzar en el seguimiento y en el monitoreo de la especie, que es algo importante. Conocer más de la especie, saber su distribución con las cámaras trampa, y otra serie de acciones que tienen que ver con mejorar el conocimiento que se tiene de la especie y apoyar fuertemente los procesos de monitoreo del huemul en la zona cordillerana”, dijo.
El académico resaltó que hay más de cinco estudiantes del Campus Chillán y Concepción haciendo sus prácticas y tesis investigativas relacionadas con el hábitat del huemul o de la reserva. “La discusión es súper importante, la investigación y la incorporación de gente joven. Como siempre son los que están más motivados y en el futuro pueden también ponerle alta energía a este tema”, precisó.
El interés por proteger al huemul también se replica en los particulares, y cada día son más las personas que erradican las prácticas que ponen en peligro la supervivencia del animal.
“Los propietarios también están interesados en conservar y en proteger el hábitat del huemul y también se están realizando experiencias piloto, por ejemplo, para que algunos propietarios puedan declarar sus bosques nativos como bosques de preservación, y de este modo rebajar impuestos. Pero el compromiso es que ellos cuiden esos bosques y que, por ejemplo, no introduzcan animales vacunos, y eso se da harto en la cordillera. Si tú no tienes animales en los predios hay menos riesgo de transmitir enfermedades a estas especies nativas con animales introducidos. Se están conociendo quiénes son los propietarios, cuáles son sus intereses en la conservación, que eso es fundamental para avanzar”, dijo.
“Pero a veces las amenazas son, por ejemplo, que vayan motos a la cordillera, a lugares que no debiera permitirse el tránsito de moto o de bicicletas, esto genera erosión, es otro tipo de problema. Los hábitat de esta especie son sensibles, son vulnerables, entonces no es solo una amenaza, no son solo los animales, sino que también son otro tipo de actividades que puedan afectar la distribución del huemul, añadió.
De acuerdo al director, el Gobierno Regional de Ñuble está interesado en adquirir predios particulares en las comunas de San Fabián y Coihueco, para crear parques nacionales y proteger el área en la que se distribuye el huemul y otras especies nativas.
“No se sabe exactamente cuál es la población de huemul, no se sabe cuántos son. Están distribuidas en poblaciones fragmentadas, pero no sabemos cuál es la condición actual de la especie y sus posibilidades futuras. Lo que sí sabemos es que, si mantenemos su hábitat, mantenemos el bosque y evitamos o disminuimos las amenazas que le afectan, las poblaciones pueden perdurar. Eso sí lo sabemos y en eso se está trabajando”, cerró el Dr. Azócar.