Ñuble, así como el resto del país, tiene el gran desafío de diversificar los mercados de destino de sus exportaciones. Si a la alta dependencia de China y Estados Unidos -en conjunto representan el 60% de los embarques- se añade que la canasta exportadora está concentrada en un puñado de commodities, es evidente que la región es doblemente vulnerable frente a los vaivenes del comercio exterior, y particularmente de esos dos gigantes.
El 36% de los envíos silvoagropecuarios de Ñuble, durante 2024, tuvieron a China como destino, seguida de Estados Unidos, con el 27%. Mucho más atrás le siguieron Corea del Sur (6%), México (5%) y Canadá (4%).
Para una economía pequeña como la de Ñuble, las exportaciones son un pilar fundamental, lo que significa que la región tiene una alta exposición a lo que ocurra en los mercados internacionales, para bien y para mal. Es decir, las crisis económicas o los conflictos que se producen al otro lado del mundo pueden tener un efecto en la demanda y en los precios de los bienes que la región exporta, como la celulosa, las maderas o las frutas frescas y congeladas, afectando, con ello, los retornos para los productores, el empleo y la economía local.
Para los productores de cerezas, por ejemplo, las desventajas de concentrar el 90% de los envíos a China han sido evidentes, lo que les ha significado enfrentar temporadas para el olvido, como ocurrió durante la pandemia y también este 2025, en que los precios se desplomaron y muchos cerraron con números rojos. Y si bien la industria está consciente de la necesidad de colocar cerezas en otros mercados, los esfuerzos desplegados muestran avances acotados.
En ese sentido, la imposición de aranceles aduaneros por parte de Estados Unidos, a partir de este año, reactivó el desafío de la diversificación de los mercados, en este caso, para reducir la dependencia del país del norte, el segundo socio comercial de Chile y de Ñuble (el primero es China).
Hay que reconocer, sin embargo, que la diversificación de destinos de exportación ha sido una estrategia impulsada por los distintos gobiernos en las últimas cuatro décadas, con la que se han alcanzado resultados importantes gracias a la apertura de nuevos mercados -mediante la firma de acuerdos comerciales y sanitarios- y la intensa labor de promoción público-privada liderada por ProChile, con un rol protagónico de los gremios.
En Ñuble, la creación de la región permitió focalizar recursos públicos en los exportadores y potenciales exportadores, donde ha sido clave el apoyo del Gobierno Regional en numerosas iniciativas de promoción y de prospección de mercados, que han permitido acceder a mercados de mayor valor a decenas de pymes, de rubros tan diversos como el de fruta fresca y agroindustrias, los vinos, las semillas, los cereales, las flores y las maderas, entre otros;
Por ello, se deben continuar los esfuerzos por reducir la dependencia del sector exportador, apuntando al gran número de mercados con los cuales el país mantiene acuerdos comerciales, en regiones como Latinoamérica, Asia-Pacífico, India, Medio Oriente, África y Europa del Este como destinos atractivos para los rubros agrícola, forestal y agroindustrial; pero también apostando por la diversificación de la canasta de bienes y servicios exportables, por la agregación de valor y por la superación de las brechas de competitividad asociadas a la infraestructura y la logística.
