Símbolo de las tradiciones de Ñuble, de la gastronomía regional y nacional, de los embutidos de cerdo y en el último tiempo, polo cultural. El Mercado Techado Municipal, en dos niveles y construido en hormigón armado, alberga en su bóveda 8.906.70 metros cuadrados donde se ordenan 99 locales interiores y nueve exteriores de propiedad municipal, más 29 negocios exteriores de propiedad privada.
Fue levantado por la Corporación de Reconstrucción y Auxilio entre las calles 5 de Abril, Maipón e Isabel Riquelme el año 1940, post terremoto, recinto que de acuerdo al Plan Regulador Comunal de Chillán “se desarrolla en una ubicación privilegiada desde el punto de vista de la conectividad, ya que está inserto en la manzana más céntrica y comercial de la ciudad (…) adjunto y conectado en forma directa al mayor centro comercial de retail de la ciudad, Mall Arauco Chillán”.
El edificio reconoce esta condición y permite su acceso desde todos sus frentes, transformándolo en un articulador de la zona comercial que caracteriza y otorga identidad a la ciudad. “Fue diseñado en base a los principios de la arquitectura moderna que imperaban en la época. Formas simples, ausencia de ornamentos y construcciones robustas en base a hormigón armado fueron la respuesta perfecta para una ciudad que había desaparecido y para una sociedad que necesitaba volver a la levantarse material y espiritualmente. Desde 1941 la Recova del siglo XIX se transformó en una estructura formada por una gran bóveda rodeada por pabellones de doble altura que se relacionan con la escala de la ciudad, generando un cuerpo continuo que rodea en todos sus bordes al volumen mayor de grandes dimensiones”, detalla el instrumento de planificación
Su origen está tras el fatídico 24 de enero de 1939, cuando todo Chillán, incluida la Recova construida en 1868, se fue al suelo. La Corporación de Reconstrucción y Auxilio creada para levantar la zona se encargó de la edificación de diversos edificios monumentos orientados al uso público. De esta forma, la Municipalidad, el Edificio de los Servicios Públicos, el Teatro Municipal y el Mercado, fueron parte de una cartera de proyectos ambiciosa para la época. El Mercado siguió inserto en el sistema que rodeaba a la Plaza La Merced potenciándola como el elemento estructurador de una zona o barrio con un funcionamiento específico asociado al intercambio comercial. Después de 50 años de su construcción, la Municipalidad realizó una gran inversión en el lugar, transformando el desgastado edificio en un moderno centro comercial para la época, renovando la techumbre y los pisos completamente, pero manteniendo la arquitectura del diseño original.