Mercado laboral se tensiona ante la incertidumbre preelectoral

A menos de una semana de la elección presidencial, el mercado laboral chileno transita un período marcado por la cautela y la búsqueda de señales. La incertidumbre asociada a un escenario electoral polarizado —con Jeannette Jara y José Antonio Kast como únicos contendores— ha llevado a las empresas a observar con atención el posible impacto en su planificación interna.
Sarah Machado, Manager de Wyser y especialista en búsqueda de ejecutivos, señala que este ambiente ha generado una conducta transversal en las organizaciones: “Existe una preocupación por entender qué va a pasar y así poder planificarse de manera oportuna. Después de años de volatilidad, las empresas chilenas han aprendido a convertir crisis en oportunidad”. Según explica, hoy la ventaja competitiva está en anticipar escenarios, resguardar talento crítico y diseñar estructuras capaces de adaptarse rápidamente.
Las diferencias entre sectores también se hacen evidentes en este ciclo. Industrias que dependen del mercado consumidor internacional —como minería y exportaciones— mantienen su operación sin grandes alteraciones, mientras que rubros vinculados al consumo interno se mueven con mayor cautela. “Actividades como consumo masivo, alimentos y bebidas están más prudentes”, plantea Machado, en contraste con sectores que continúan contratando con relativa estabilidad.
Aun en períodos de estancamiento, ciertos perfiles siguen mostrando alta demanda. El énfasis actual está en posiciones vinculadas a gestión del cambio, eficiencia operativa y digitalización, categorías que las empresas consideran esenciales frente a eventuales ajustes económicos o regulatorios. “Áreas como finanzas, compliance, supply chain y tecnología ganan protagonismo”, afirma Machado, quien agrega que los perfiles con alto nivel de especialización mantienen su atractivo incluso en ciclos de incertidumbre.
El contexto electoral también ha modificado la forma en que las organizaciones abordan sus procesos. La tendencia es avanzar solo con roles considerados críticos, aplazando contrataciones no esenciales y elevando las exigencias durante las evaluaciones. “Se observa un aumento en procesos de selección más exhaustivos, con foco en perfiles que aporten resiliencia y capacidad de adaptación”, describe la especialista.
El riesgo de “congelar todo”
Sin embargo, uno de los riesgos más mencionados por los expertos es la decisión de “congelar todo” hasta después de los comicios. Machado advierte que esta estrategia puede resultar contraproducente: “Las empresas que postergan decisiones corren el riesgo de llegar tarde a un mercado donde los perfiles estratégicos ya estarán comprometidos”. A esto se suma que la reactivación simultánea de los procesos incrementaría la competencia por talento, presionaría expectativas salariales y reduciría los márgenes de negociación.
La especialista sostiene que retrasar contrataciones clave puede tener efectos directos en iniciativas de transformación, digitalización y eficiencia, ámbitos especialmente sensibles en un contexto económico desafiante. Cuando los procesos se reanudan bajo urgencia, agrega, aumenta la probabilidad de decisiones apresuradas que impactan la calidad de la contratación y el desempeño posterior.
Mientras el país espera los resultados electorales, el mercado laboral se mueve entre la prudencia y la necesidad de sostener su ritmo de operación. Para las empresas, el desafío será equilibrar la anticipación de escenarios con la continuidad de sus proyectos estratégicos, en un entorno donde las decisiones de hoy podrían definir su competitividad en los próximos meses.