Tanto desde la Educación Municipal, como desde la propia Seremía del Medio Ambiente se ha insistido por años, en inculcar una cultura del reciclaje, un manejo responsable de la basura domiciliaria y del respeto al entorno. En otras palabras, formar ciudadanos con nociones ecológicas.
Pese a lo complejo de medir los resultados o mesurar el retorno de esos esfuerzos, las actuales estadísticas de las empresas dedicadas al retiro domiciliario, han sido cruzadas con otro tipo de cifras, por parte del municipio, concluyendo que, en efecto, hay avances concretos.
La educación municipal es simple: aun considerando el aumento de población en la comuna dentro de los últimos seis años (190.300 en 2019 y 205.300 en 2025), los residuos domiciliarios no han aumentado, mostrando solamente oscilaciones.
Incluso, se observa que en años como el 2021 se recolectaron 87.195 toneladas, y en adelante jamás se superó esa cantidad. Le siguieron 82.253 toneladas en 2022, 79.625 en 2023 y 81.818 en 2024.
En contraste, los llamados Puntos Verdes, utilizados para el depósito de plásticos y metales, principalmente, pasaron de 3 ubicados en Chillán en el 2016, a 121 en 2020 y 300 en 2025. Mientras que las llamadas “campanas verdes” utilizada para botar vidrio, ya son 41 en la capital regional.
Martín Cuadra, encargado del Departamento de Medio Ambiente Municipal de la Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato, explica que “el uso de estos puntos es igual de frecuente en todas las partes de la ciudad, no hay un mayor uso en determinado barrio que en otro, por lo que se puede desprender que la gente está muy comprometida con el tema del reciclaje, en especial las juntas de vecinos quienes han trabajado muy responsablemente en fomentar su uso”.
Y aunque aún se observa que los jóvenes y los niños son el rango que mayoritariamente se vincula con estos depósitos, cada vez, las personas mayores los han empezado a incorporar a sus hábitos.
Al respecto, el alcalde, Camilo Benavente, añade que para potenciar la tendencia, “este año hemos potenciado el programa Resimple, que nos permite reciclar a casi 30 mil hogares de la comuna, porque, en efecto, existe un cambio cultural que también hemos entendido y potenciado desde nuestra administración”.
Lucha contra los microbasurales
La cara B todavía permanece y sigue visible: los microbasurales.
Pese a que se evidencia una baja sostenida y cada vez, las cuadrillas municipales han ido recuperando espacios usados como botaderos de basura domiciliaria, en algunas oportunidades, al poco tiempo, se han vuelto a usar para el mismo fin, haciendo que las tareas del municipio parezcan interminables.
Lo anterior, puede ser claro indicador de la falta de puntos en la ciudad, para que los vecinos puedan ir a dejar aquellos desechos que no se lleva el “camión de la basura”, más allá de los llamados que hace semanalmente un camión municipal para los residuos”
“Es importante que la curva de residuos pueda bajar y no ser directamente proporcional al aumento de población, pues eso habla de mayor conciencia y la posibilidad de un mejor futuro y calidad de vida para nuestras comunidades”, concluyó el alcalde.
