Señor Director:
A mediados de octubre el nuevo Gobierno de México anuncia la creación de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno (institucional símil a un Ministerio en nuestro país), pero no lo hace como medida en el peak de una crisis en la materia, sino que al menos, está medida cuando los indicadores señalan que los actos de corrupción se han reducido en un 11,2% y la percepción pública también viene a la baja.
Esta secretaría amplía el enfoque de trabajo, dejando atrás las simples medidas de sanción o correctivas y se centra en la prevención como elemento primordial para compartir la corrupción.
La creación de esta secretaría, da cuenta de que es posible adoptar medidas permanentes y no solo coyunturales del momento. Aprovecha el impulso de los resultados logrados por otras medidas, para seguir atacando el fenómeno de la corrupción. Además comprende que si el Estado no ataca la corrupción, pierde eficiencia, se reducen los ingresos y la recaudación fiscal, afecta la confianza en las instituciones, todo ello generando mayores desigualdades.
Matías Osses Muñoz
Abogado