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El pasado fin de semana, con 16 de 17 asesinatos ocurridos solo en la Región Metropolitana, significó un punto de inflexión en el Gobierno.
La reacción fue inmediata. Se anunciaron siete medidas de seguridad a corto, mediano y largo plazo. En lo instantáneo, hubo más de 200 detenidos registrados solo entre el viernes y el sábado recientes, merced de una maratón de allanamientos y fiscalizaciones.
Sin embargo, el salvataje de medidas generó molestias entre las autoridades del resto del país, incluyendo las de Ñuble.
Criticaron la total ausencia de alcance nacional en los programas y proyectos anunciados, volviendo a escucharse viejos clichés como “el centralismos de este país”, o el famoso “Santiago no es Chile”.
Por ejemplo, en Valparaíso dicen haber quedado indignados que tras una semana con cinco homicidios, entre ellos, una persona ultimada por sobre 40 disparos (Viña del Mar), no hubo planes en ayuda de ellos.
Y en Ñuble, el anuncio de una nueva cárcel de alta seguridad en la Región Metropolitana –que al parecer no aceptará la oposición de nadie- dejó a las autoridades locales expectantes, en especial porque solo la semana pasada, Gendarmería frustró una fuga de reos desde el hacinado y céntrico centro de reclusión chillanejo.
Un proyecto mucho más ambicioso y de mayor impacto social se resolvía en horas, mientras que lo de la nueva cárcel de Chillán ha fracaso por 14 años. Poco amortiguó el malestar local el que el Gobierno haya “aclarado” que se trataba de una tratativa que se arrastraba desde antes, pero que la contingencia, solo apuró la decisión.
Los congresistas y la prensa de Chillán han preguntado a los canales oficiales si esta nueva cárcel santiaguina es un nuevo portazo a las aspiraciones locales de contar con un penitenciario regional (y sacarla al fin del radio urbano), y si esos 500 nuevos carabineros anunciados para la Región Metropolitana significará una menor destinación de funcionarios a Ñuble.
Hasta el momento, no ha habido respuestas.
De postre, en este primer semestre del 2024 hubo apenas dos asesinatos menos (21) de los que se lamentaron en todo el año 2022 (23), en que se hablaba de la peor cifra de la década en Ñuble en materia de homicidios.
“Es necesario que la autoridad sea consciente de que el delito es un fenómeno que muta y se mueve, por lo que concentrar los esfuerzos en la Región Metropolitana no puede ser a costa de sacrificar la seguridad de las regiones, porque eso hará que los delincuentes se muevan a regiones, con la poca infraestructura y los pocos efectivos que hoy tenemos para hacerle frente a este tipo de cosas”, observó el diputado Felipe Caamaño.
Mientras que la diputada Marta Bravo, aquejada por las mismas dudas, sostuvo que “es de esperar que la nueva cárcel de alta seguridad que se anunció para Santiago no eche por tierra, en ningún caso, la construcción de un nuevo recinto penitenciario el Chillán. Fue el propio ministro de Justicia quien se comprometió con este proyecto, de manera que esperamos cumpla a cabalidad su palabra”.
Unidad de medida internacional
Un fierrazo en la cabeza en el contexto de una discusión por rencillas anteriores, fue lo que le causó la muerte a un hombre identificado como Christian René Acuña Canales.
El autor, Rodrigo Arenas Montecinos, un vecino suyo, de la comuna de San Nicolás, y la agresión de registró en la plaza de Los Niños, de esa comuna; mientras que la detención se concretó el pasado jueves, por parte de la Brigada de Homicidios de la PDI de Chillán.
Ese homicidio es el número 11 que ha debido investigar la unidad especializada de la policía civil, durante este 2024, lo que sumado a los investigado por Carabineros en estos primeros seis meses del año, totalizan 21 asesinatos.
La cifra es todo un fenómeno si se considera que el 2022, con sus 22 homicidios en total, fue considerado como un “mal año” en materia de seguridad para la región; mientras que el 2023, el que se hubiese bajado a 12 los casos, se leía con optimismo por parte de la Delegación Presidencial, quien destacaba que con una tasa de 2,7 homicidios por cada 100 mil personas, se estaba lejos del promedio nacional de 6,3.
Por lo demás, la medida internacional para determinar si una ciudad o un país es o no inseguro a causa de su criminalidad, es siempre la tasa de homicidios. Ninguna otra.
Peor aún, no todos los casos han sido “a la antigua”, es decir, a causa de riñas, o en fiestas que se salieron del margen, ni femicidios, ni por robos, como hasta hace unos años, cuando en Ñuble casi todos los homicidios se explicaban por esas razones.
En los últimos años, los ha habido por peleas de bandas, peleas entre grupos de narcotraficantes, asesinatos de policías, de niños, se ha encontró un cadáver con la cabeza envuelta en una bolsa y, sobre todo, con uso de armas de fuego.
Por lo demás, y aunque fuera de la estadística anterior, la Brigada de Homicidios, se encuentra investigando desde el 23 de junio pasado un triple homicidio frustrado, ocurrido en la comuna de Quillón, localidad de Cerro Negro, consignándose un total de 22 disparos.
El jefe de la BH, subprefecto Raúl Sánchez, explicó al respecto que “ya se estableció la dinámica y la participación de los imputados, por lo que en los próximos días podríamos tener resultados positivos para la investigación”.
Por lo demás, el subprefecto advierte que “en el transcurso de los años, el tipo de armas utilizadas en los casos de homicidios ha ido cambiando. Mientras que hace unos años, lo común era el arma cortante o el elemento contundente, ahora, la mayoría de los homicidios están ocurriendo con armas de fuego, desde artesanales o hechizas, a otras que incluso están inscritas”.
Se prevé que este 2024 la tasa de homicidios de Ñuble ya supere los cinco casos por cada 100 mil habitantes, y ya los parlamentarios de la zona han extendido sus quejas y sugerencias luego que ya casi se duplicara en un solo semestre la casuística total del 2023.
Es por eso que ahora es otra la cifra que asoma inexplicable en Ñuble: apenas 1.200 carabineros para toda la región.
La dotación nos sitúa como la tercera región con menor cantidad de carabineros en todo Chile, con uno por cada 486 habitantes, pese a que se suele explicar que la destinación de funcionarios obedece, entre otros factores, a la tasa de criminalidad de cada zona.
Pero Ñuble solo supera en dotación de policía uniformada a las regiones de Coquimbo, Valparaíso y O’Higgins, conforme al último informe realizado por la institución, en 2022.
Los diputados Cristóbal Martínez y Marta Bravo oficiaron el jueves pasado al Ministerio del Interior y Seguridad Pública para que transparenten, a la brevedad posible, si el aumento de la dotación policial que el Gobierno anunció para Santiago implicará una disminución de los funcionarios de Carabineros en el resto de las regiones del país.
Otros resquemores manifestados por ambos congresistas estuvieron puestos en lo que anunció la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien aseguró que impulsarán un reordenamiento de los planes operativos y que reorganizarán la actividad que se desarrolla en las comisarías y los cuarteles, además de destinar casi el 65% de los carabineros en formación a Santiago, lo que en la práctica podría significar que un número indeterminado de policías deban trasladarse a la capital.
“Las regiones también están atravesando por un complejo escenario en materia delictual, con sectores y barrios que se encuentran prácticamente tomados por organizaciones criminales y de narcotráfico. Por eso no solo faltó que el Gobierno anunciara medidas de carácter nacional, sino que también nos preocupa que nuevamente se desproteja a las regiones en una materia tan sensible”, cuestionaron.
Paralelamente, en un punto de prensa ofrecido por Carabineros y la Fiscalía Regional de Ñuble, respecto a la incautación de 15,2 kilos de marihuana, el abogado asesor del Ministerio Público, Rodrigo Flores, junto con confirmar que “hay un aumento de drogas ingresando a la región”, afirmó que “aunque no puedo entregar cifras, es innegable que los puntos de venta de droga es proporcional a la droga que entra”.
Por lo mismo, para la diputada Bravo, es “totalmente inoportuno e inentendible que, a raíz de la grave crisis de seguridad, el Gobierno decida despojar al resto de las regiones y trasladar a los pocos funcionarios que tenemos hacia Santiago. Esperemos que las autoridades no adopten una decisión de esta naturaleza, porque de lo contrario demostrarían la absoluta desconexión que tienen con las regiones”.
Reincorporando a los retirados
En Carabineros Ñuble, la mirada de esta contingencia de asignaciones y destinaciones es algo más optimista.
El prefecto regional, coronel Diego Salas, explica que “el Gobierno aprobó la Ley de Planta, Carabineros llamados al Servicio, que significa que todos los funcionarios que se encuentran en situación de retiro, que están en sus casas, se les volverá abrir las puertas por siete años, para de esa manera, poder liberar a otros carabineros de Orden y Seguridad, que se encuentran realizando trabajos administrativos”.
Los cupos abiertos para Ñuble fueron ocho y se encuentran ya en proceso de postulación.
“Ahora lo que nos corresponde realizar es una buena distribución, destinarlos quizás a Quirihue, Yungay o cualquier otra unidad del mundo rural, donde generalmente hay una menor dotación, y por lo tanto, para ellos dos nuevos funcionarios es significativo, mientras que dos nuevos carabineros no es una cifra relevante para la Segunda Comisaría de Chillán”, sostuvo la autoridad policial.
Otros avances que fueron destacados por el prefecto Salas, fueron la adquisición de 27 motos para los servicios rurales, la inauguración de la patrulla Centauro con asiento en la Quinta Comisaría de Quirihue.
“Próximamente, se viene la adquisición de drones. La idea nuestra es poder abarcar todos los rincones de nuestra región y con esos drones podremos mejorar en lo preventivo y en lo investigativo”, añade.
Finalmente, alude al proyecto de la Escuela de Formación anunciada para Ñuble, la que una vez puesta en marcha, los 200 alumnos podrán hacer sus prácticas policiales en las comunas de nuestra región.
“Esperamos que este año ya se cuente con el diseño que se mandó a realizar, para que para el Bicentenario de Carabineros, el año 2027, podamos estar inaugurando el proyecto”, concluye el prefecto.
Pronto se anuncia el lugar
Uno de los grandes subtítulos que dejó la historia del terremoto de febrero de 2010, en la comuna de Chillán, fue el derrumbe del muro poniente de la cárcel, ubicado en calle 5 de Abril.
A cuatro cuadras de la Plaza de Armas y de la Catedral.
Huyeron cerca de 248 reos, quienes para evitar persecuciones incendiaron cinco casas y un restaurante de calle 5 de Abril.
Desde entonces, cada Gobierno, cada ministro de Justicia que se ha sucedido ha hecho intentos por sacar el recinto penitenciario desde el centro de la ciudad. Y todo ha sido un rotundo fracaso, una muestra de falta de liderazgo y determinación para poder pasar por los reclamos vecinales que se alzaron cada vez que se anunciaba que el terreno escogido, quedaba en tal o cual comuna.
Tras 14 años de escuchar “estamos en la búsqueda de un terreno”, en Ñuble causó sorpresa lo rápido que se determinó la construcción de una cárcel de alta seguridad para la Región Metropolitana.
Pese a que los alcaldes aludidos por las probabilidades de locación, ya anunciaron que “en mi comuna no” o que “nadie nos ha consultado y no estamos de acuerdo” (menos a meses de una elección municipal), no deja de sorprender que el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, anteponiéndose a cualquier manifestación adversa, dijera que “la instalación de un recinto penitenciario siempre genera polémica”, y que confirmara al ministro de Justicia, Luis Cordero, como el encargado de anunciar la comuna seleccionada.
También se confirmó que la próxima semana se enviará un proyecto de ley que permita exceptuar esta construcción de varios trámites y permisos, dada su alta prioridad.
Al respecto, Monsalve sostuvo que “históricamente en Chile, construir una cárcel puede demorarse hasta 10 años. Chile no puede esperar 10 años. Y, por lo tanto, la decisión del Presidente es pedir facultades especiales al Congreso para poder hacerlo en un periodo récord, que está planificado en dos años”.
Y Ñuble, en cambio, lleva esperando 14 años.
“Hay otro tema que es impactante”, advierte el alcalde de Chillán, Camilo Benavente, quien ha hecho varios llamados a las autoridades locales a acelerar el proceso de búsqueda de locación para la cárcel regional. “Cada kilómetro para el Metro, en Santiago, cuesta $90 mil millones de pesos. Construir en Santiago tiene costos exagerados; con $90 mil millones nosotros podemos hacer una ciudad nueva. Esa cárcel seguramente costará mucho más de lo que anualmente recibe una Municipalidad como la nuestra”.
Otro hecho que para el jefe comunal es elocuente de lo postergado que está Ñuble en materia de seguridad, es que desde el nivel central les solicitaron hace dos años presentar proyectos de prevención de delito, pero aún no reciben los recursos para concretarlos.
“Cuando en 2022, en el mes de mayo, mataron a un carabinero y a una niña de 12 años, ambos en un contexto de tráfico de drogas, desde la misma Subsecretaría de Prevención del Delito nos llamaron para pedirnos que presentáramos tres programas de recuperación de espacios. Los discutimos, los diseñamos, los presentamos a las comunidades y los enviamos, como nos pidieron y después, nada. Ninguna respuesta ni nada, y seguimos esperando”, aseguró.
En Chillán estarán expectantes a revisar cómo el Gobierno sortea la anunciada oposición vecinal que se promete por parte de la comuna a anunciar por parte del ministro de Justicia.
Si se inician las obras sí o sí, pese a los reclamos, marchas, cantos y pancartas, tal vez sea hora de tomar apuntes y replicar el mismo molde, la próxima vez que se anuncie un terreno para la cárcel regional. Hasta el momento, se habla de un predio militar en el sector de Quilmo.