El que aún haya escombros de lo que fueron las gradas y otras dependencias en el recinto de la Medialuna de Chillán, donde se proyecta la construcción del nuevo Parque Schleyer, se ha transformado en una materia de molestia e incertidumbre entre los vecinos del sector.
Escuchar algunas noches a personas haciendo “carretes” al interior, encontrar a diario latas de cerveza y botellas de alcohol en los accesos o -peor aún- lidiar con la plaga de ratas que les significó la demolición de las primeras estructuras, asoman como argumentos suficientes como para, a lo menos, declararse molestos.
Las quejas ya han llegado de manera formal al concejo municipal y otras unidades del consistorio, por lo que el alcalde, Camilo Benavente, confirmó que en la próxima reunión de concejo, que se realizará de manera extraordinaria este lunes, se someterá a votación un tema clave al respecto: el plazo que se le otorgó a quienes vendieron el predio para retirar los escombros, es decir la Sociedad Fiesta del Caballo Chileno.
De acuerdo a lo explicado en el municipio, al firmarse el acuerdo de venta se zanjó que el retiro de las estructuras existentes sería resorte de la sociedad y que el plazo otorgado que era de 90 días, ya expiró.
El punto de controversia se centra, entonces, en que tanto el municipio como la sociedad parecieran ver beneficios en ser ellos quienes retiren los escombros.
La Municipalidad busca acelerar este proceso, ya que así se da un paso adelante en el proceso de renovación del lugar y, además, se retira un foco de conflicto para los vecinos.
Y para la sociedad, el retiro de esas estructuras, que anteriormente sirvieron de corrales, gradas y armazones multipropósitos, pueden tener un destino de reutilización en otros predios de su propiedad.
Por tal razón, será clave lo que se decida en la reunión del lunes, cuando se someta a votación, si se amplía o no el plazo de espera.
Si el concejo decide no esperar a que la sociedad cumpla, quienes deberán asumir los costos y realizar la tarea inconclusa es la Municipalidad, para quienes todo el contenido a retirar no representa material de valor.
Es más, dentro de la tasación que se hizo previo al contrato de compra y venta, esos herrajes y estructuras no calificaron como objetos de valor.
Consultado al respecto, el presidente de la Sociedad Fiesta del Caballo Chileno, Iván Merino, dice que “nuestra intención es cumplir con lo que acordamos con el alcalde. Sin embargo, hay un sector del concejo que ha puesto una serie de trabas y han hecho declaraciones que son falsas sólo para confundir a la comunidad”.
Merino dice que actualmente hay un candado municipal en la puerta de la Medialuna (que hoy ya está inscrita en el Conservador de Bienes Raíces a nombre de la Municipalidad) que les ha impedido el paso a la gente de la sociedad, por lo que esperan que en la votación de este lunes se falle en favor de ampliar el plazo y “que no se siga poniendo trabas, porque nosotros y el alcalde queremos exactamente lo mismo, que es favorecer a la comunidad”.
Optando por la prudencia, desde la alcaldía se informó que no habría un pronunciamiento oficial respecto al tema hasta que no se realice la votación en el concejo.
Confusión en el concejo
Pese a que la votación es la próxima semana, al interior del concejo local no todos parecen tener los detalles del contrato a mano.
Por ejemplo, la concejal Quenne Aitken asegura que “al concejo jamás se le informó que serían las personas de esa sociedad los que sacarían el material”, por lo que plantea que es el consistorio quien debe asumir la labor.
En tanto, el concejal Joseph Careaga asegura que en el contrato jamás se estipuló un plazo para el retiro.
“En efecto hubo un acuerdo preliminar, de palabra con el club para que fueran ellos quienes retiraran los escombros. Pero luego, cuando se hizo el contrato, que es lo que vale, esa exigencia no quedó estipulada, por lo tanto no existe un plazo que se tenga que debatir”.
Sin embargo, desde el municipio explicaron a LA DISCUSIÓN que ese punto sí quedó plasmado en el contrato.
De todas formas, Careaga anticipó que se abstendrá de votar en esta instancia.
Finalmente, el concejal Rodrigo Ramírez, si bien dice estar al tanto del acuerdo, apunta que “desde mi punto de vista esto no puede esperar más, pero creo que no podemos ser tajantes en negarle a la sociedad que retire esos elementos, por lo que si se decide aplazar, yo pediré que esta prórroga no se extienda por más de un mes. Aquí tenemos que velar por el bienestar de los vecinos, quienes llevan demasiado tiempo soportando plagas de ratones, entonces ya estamos hablando de un problema grave de salubridad que afecta a su calidad de vida”.
En lo estrictamente administrativo, el municipio ya hizo el llamado a licitación para el diseño del nuevo parque y el viernes pasado se reunió con los vecinos del sector para conocer sus requerimientos al respecto.