Tras una larga teleserie, el joven delantero de 22 años, formado en la Universidad de Chile, Nicolás Guerra, se transformó en flamante jugador de Ñublense, luego que el club chillanejo, llegara a un acuerdo con Azul Azul, negociación que implicó la adquisición de los derechos federativos del atacante por tres años y también del 40 por ciento de sus derechos económicos.
Guerra, tal como lo anticipó La Discusión, fue oficializado como refuerzo en las redes sociales y se sumó al cierre de esta edición a los entrenamientos del plantel que entrenó en el estadio Nelson Oyarzún Arenas, con la mente puesta en el estreno en Primera ante la Universidad Católica.
“Lo dije una vez, Ñublense desde un comienzo mostró mucho interés en mí. Eso es lo que me motivó para tomar la decisión de venir, además que se armó un plantel con mentalidad ganadora, con los objetivos claros y eso me motiva, para conseguir cosas importantes con el club”, confesó Guerra al arribar a Chillán, en diálogo con Dimensión Deportiva.
El delantero sabe que tendrá que pelear su lugar en un equipo que cuenta con variantes ofensivas como Roberto Gutiérrez, Maximiliano Quinteros, el paraguayo Tomás Rojas, Cristián Bustamante y Mathías Pinto, con quien jugó en las inferiores de la Universidad de Chile, el club que dejó restando un año de contrato para buscar su revancha en el equipo de Jaime García.
“Espero dar lo máximo de mí al grupo y al cuerpo técnico. Tenemos la calidad en el plantel para clasificar y porque no pelear una clasificación a un torneo internacional y en la parte de arriba”, reflexionó Nicolás, quien viene con pretemporada hecha en la U y listo para debutar el domingo ante la UC si el entrenador así lo determina.
La hinchada
Guerra vivió las dos caras de la moneda en la U. Fue elogiado por la hinchada azul cuando irrumpió como goleador de la mano del DT Guillermo Hoyos, pero también fue vapuleado por los hinchas azules cuando tuvo un bajón futbolístico que lo alejó de las redes y del once estelar.
En Chillán, espera recuperar su olfato goleador y ganarse el corazón de los fanáticos del Rojo, quienes valoran que haya desechado las opciones de emigrar a Antofagasta y Huachipato, que incluso, pusieron más dinero sobre la mesa.
“Decirles a los hinchas que sé que es una hinchada cariñosa, que voy a entregarme por completo en cada entrenamiento, en cada partido, en cada minuto que me toque jugar en Ñublense. Estoy ansioso de vestir la camiseta y salir a la cancha y Dios quiera tenerlos luego en la galería. Y feliz por el recibimiento y el cariño recibido”, expresó el joven delantero que espera escribir una historia feliz en Ñublense.
Guerra dejó a los azules con 91 partidos y 13 goles, ahora en el Rojo quiere volver a romper redes.
“Hablé con Nicolás y llegó con muchas ganas. Está contento y muy entusiasmado de sumar para el equipo. Tenía muchas ganas de venir a Ñublense y ser un aporte. Y eso es un punto clave. Esperemos que se adapte y pelee su lugar”, comentó el DT de Ñublense, Jaime García, quien, al cierre de esta edición, probaba su fórmula en el césped de estadio Nelson Oyarzún de Chillán, donde espera que el domingo sus diablos sorprendan a tricampeón del fútbol chileno.