Señor Director:
El pasado lunes 25 de septiembre, se vivió en el liceo de aplicación un nuevo hecho de violencia, donde un grupo de estudiantes roció líquido acelerante en los ojos a un inspector del establecimiento.
Sabemos que diferentes recintos históricos o emblemáticos pasan por una situación similar, donde grupos de extrema izquierda provocan y promueven el caos permanente, siendo los principales perjudicados los estudiantes que por los que dicen “luchar” y sus familias que ven en la educación, un motor de movilidad social.
Más drásticas sanciones a los delincuentes, más atribuciones a los directores y en especial, una izquierda política menos dubitativa en el combate contra violencia, ayudarían mucho a erradicar a las principales causas de la destrucción de la educación pública.
Cristóbal Soto
Coordinador Nacional de Secundarios
UDI