Un diagnóstico preocupante es el que mantienen comunidades científicas frente a los datos de trazabilidad procedentes tanto del Ministerio de Salud como de otros organismos que complementan la información oficial.
En medio de este debate, LA DISCUSIÓN en su edición dominical consignó esta realidad a partir de las diferencias entre las cifras de trazabilidad de casos entregadas por la autoridad ministerial y la de organismos científicos y académicos.
La Seremi de Salud habla de un 100%, mientras la plataforma ICovid, iniciativa creada por la Universidad de Chile, la Universidad de Concepción y la Universidad Católica y que cuenta con la mayor capacidad de análisis del país, la cifra solo en un 41%.
Básicamente la diferencia se explica en dos instancias diferentes pero complementarias que se relacionan con el momento de identificación y notificación de los casos positivos.
Desde la Unidad de Epidemiología de la Seremi de Salud informaron que dentro de la estrategia impulsada por el Ministerio de testear, trazar y aislar, la trazabilidad que están midiendo comienza desde la notificación de los casos confirmados por laboratorio hasta la investigación y seguimiento de los contactos.
En opinión de Alejandro Jara, investigador de ICovid Chile y académico de la Facultad de Matemáticas de la Pontificia Universidad Católica, en el caso del Ministerio de Salud, se aborda la trazabilidad desde la perspectiva de un solo indicador, que tiene relación con la notificación del caso positivo y sus contactos estrechos, donde la región de Ñuble alcanzó un 100%, mientras que la plataforma ICovid considera la sumatoria de dos indicadores, que tienen que ver con el inicio de los síntomas del paciente y el resultado del test en el laboratorio entregado a la autoridad sanitaria. Esa medición, a nivel local, alcanza solo a 41%.
Se trata de una información sobre trazabilidad que complementa la aportada por el Minsal y que tiene como referencia la experiencia de Nueva Zelanda, país destacado a nivel mundial por su gestión de la pandemia y que fue citado por el docente para explicar el trabajo que se realiza en el seguimiento de los casos.
Atención primaria
El 2 de julio último, la Contraloría General de la República tomó razón del decreto del Ministerio de Salud para destinar más 90 mil millones de pesos para que la Atención Primaria de Salud (APS), de los cuales 13 mil millones irán destinados a una amplia estrategia de trazabilidad de casos de contagios por la pandemia de coronavirus.
La idea, indicó por entonces el ministrro de Salud, Enrique Paris, es que el personal de la APS tendrán los medios suficientes y los resguardos de protección personal para desplegarse por las comunas del país para detectar a las personas contagiadas de Covid-19 y quienes han sido sus contactos.
Días después, el 10 de julio, la Agrupación de Médicos de la Atención Primaria denunció que solo una parte -por entonces no superior al 20% de los establecimientos municipales del país- había recibido los recursos para colaborar en la trazabilidad.
Segundas olas
Jeanette Vega, ex directora de Fonasa, mostró ante la comisión Salud del Senado, su preocupación por los recursos que necesita la atención primaria.
“En una primera etapa se intentó empoderar a los consultorios municipales pero ahora vemos una realidad bastante heterogénea en el país. Hay comunas que tienen fondos para contratar a un ejército de trazadores, pero otras no. Estas últimas se conforman con identificar a los casos positivos pero no se les hace seguimiento, visitas a sus casas, entrevistas en terreno para conocer posibles contactos estrechos” comentó complementando que “sabemos que las segundas olas pueden ser tan altas como las primeras, pero el número de fallecidos suele ser mucho menor”.
