Señor Director:
Se propusieron quitarle a las AFP la administración de los fondos de los futuros pensionados, que con su buen manejo podían asegurarles su pensión cuando les llegara el momento de la vejez. Hoy, más de cinco millones de afiliados al sistema se quedaron sin un peso para financiar sus respectivas pensiones, pasando todos -más adelante- a convertirse en esclavos del Estado, con pensiones solidarias, o sea, con pensiones de hambre. Pero la propaganda electoral para los “generosos” auspiciadores rindió excelentes dividendos para la mayoría de ellos: diputados, senadores y constituyentes, eternos, con dietas e ingresos que estos “sacrificados servidores del “pueblo” se acuerdan a puertas cerradas.
Más adelante van a comprobar, estimados inocentes amigos, cuando les llegue la vejez y la incapacidad para ganarse el sustento y el de sus familias, que la vejez pobre es fétida, mientras que los condes y duques que propiciaron el despilfarro de vuestro futuro se lo farrearon, otros los que ganaron votos con vuestra inocencia, van a estar altamente apernados en sus brillantes puestos públicos que ustedes tan inocentemente les dispensaron.
Washington Sandoval Gessler
