Como “muy delicada” calificó el gremio de empresas gastronómicas y de entretención de Chillán (Gayen A.G.) y la Cámara de Comercio de Chillán, la situación de las Pymes del sector, que a partir de mañana deberán cesar su atención de público debido a la cuarentena que comienza a regir en Chillán-Chillán Viejo.
En ese contexto, advirtieron que más del 30% de los restaurantes, cafeterías y pubs corren el riesgo inminente de quebrar.
Cristian Clavería, dirigente de Gayen A.G., planteó que “esto nos cae como un balde de agua fría, ya nos parecía injusto adelantar el cierre de los locales para las 20.00 horas, en circunstancias que no hay casos de contagios en restaurantes. Pero ahora, con la cuarentena, que podría durar 30 días, es muy difícil mantener el negocio a flote. Sentimos que nosotros estamos pagando por todos, en los últimos 12 meses hemos podido trabajar apenas un mes”.
Clavería dijo que de mantenerse la actual situación hay varias empresas que podrían desaparecer. “Estos 30 días serán lapidarios, estimamos que un 30% de los locales corren riesgo de desaparecer, todos están endeudados, algunos deben pagar las cuotas del crédito Fogape, hay algunos con deudas previsionales, de arriendos, de cuentas de servicios, porque con el poco tiempo que hemos podido trabajar no se alcanzan a generar los ingresos suficientes para cubrir esta deuda”.
En esa línea, el gremio ha solicitado algunas medidas de apoyo. “Si no nos van a dejar trabajar, entonces, que nos ayuden. Hemos pedido que no nos cobren las patentes, porque no las hemos usado, como las patentes de alcoholes y de restaurantes, que no son económicas, son unos $400 mil semestrales; o las imposiciones de los trabajadores con suspensión de contrato. En cuanto a los créditos Fogape, hay varios que deben comenzar a pagarlos, pero resulta que en todo este tiempo no han podido generar ingresos. El Gobierno nos ha dejado botados; ninguna de las demandas que hemos planteado ha sido recogida”.
Acceso a liquidez
Alejandro Lama, presidente de la Cámara de Comercio de Chillán, que integra la Anatug (Asociación Nacional de Turismo y Gastronomía), destacó que el riesgo de quebrar “aumenta enormemente con esta cuarentena”.
El dirigente recordó que la apertura de terrazas contribuyó a generar ingresos, “pero es insuficiente; los empresarios hicieron las inversiones necesarias, y ahora no las podrán ocupar”.
Lama también manifestó su preocupación por el acceso a liquidez. “Lo han pasado pésimo, para los bancos no son sujetos de crédito, ahora con el Fogape 2.0 los bancos están más restrictivos. Este rubro no ha tenido las ventajas que han tenido otros comercios para poder funcionar; tampoco los delivery son una fuente de ingresos que les dé viabilidad económica, y para muchos no es rentable”.
Comentó que más de una decena de restaurantes y cafeterías ya cerraron definitivamente. En esa línea, reiteró algunas de las principales solicitudes que le han hecho a la autoridad, como postergar o eximir del pago de impuestos y patentes, así como también del pago de imposiciones de trabajadores que están suspendidos, y la postergación del pago de los créditos Fogape, para aquellos que sí lo obtuvieron y que deben pagarlo a partir de ahora.