Más de la mitad de su año escolar perdieron casi 200 mil estudiantes
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A un año desde que el Ministerio de Educación (Mineduc) presentó el Plan de Reactivación Educativa con el objetivo de abordar los rezagos ocasionados por la interrupción de clases durante la pandemia, un análisis del centro de estudios Acción Educar revela que 198.064 estudiantes perdieron más de la mitad de su año escolar, mayormente en niveles de enseñanza básica.
Si bien se observó una mejora en la asistencia promedio de los alumnos en los primeros meses al comparar los años escolares 2022 y 2023, el periodo entre agosto y septiembre evidenció un retroceso en las cifras, según informa El Mercurio. Este análisis plantea desafíos significativos para la efectividad de los esfuerzos desplegados hasta el momento.
Diversos académicos expresan su preocupación al respecto, sugiriendo que la falta de mejora en la asistencia indica que las medidas implementadas hasta ahora pueden no ser suficientes. Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar, señala que la situación es un “problema ético” y cuestiona la priorización de la agenda legislativa, haciendo hincapié en la necesidad de enfocarse en los estudiantes que han perdido gran parte de su año académico.
Rodríguez destaca que, frente a la magnitud del problema, seguir dedicando tiempo y esfuerzo a cuestiones como la agenda del Colegio de Profesores o la condonación del Crédito con Aval del Estado resulta insostenible.
En respuesta a las críticas, el secretario ejecutivo del Plan de Reactivación del Mineduc, Joaquín Walker, afirma que la iniciativa sigue siendo la principal prioridad de la cartera. Asegura que, para el eje de Revinculación y Asistencia, se aumentará en un 30% el Fondo de Apoyo para la Educación Pública (FAEP) para la Reactivación, con el propósito de garantizar la continuidad educativa.
Walker destaca que los equipos territoriales de Revinculación y Asistencia continuarán operando para buscar a los estudiantes en sus domicilios si es necesario. Además, anuncia el inicio del sistema de alerta temprana desarrollado en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo, una medida destinada a anticiparse a posibles problemas y garantizar un apoyo más efectivo.