Más de $320 millones en pérdidas dejan robos a empresas y bodegas de Ñuble
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Cámaras de vigilancia, alarmas, perros y guardias de seguridad. Esas son las medidas de seguridad que Carabineros recomienda y que las empresas de seguros exigen a quienes administran bodegas o locales comerciales de alto flujo de dinero, especialmente, cuando se ubican en las intercomunas, fuera de las zonas urbanas, protegidas por el Plan Cuadrante de Carabineros.
Pese a contar, en la inmensa mayoría de los casos, con estos elementos, este año se han registrado más de diez robos a ferreterías, bodegas, restoranes, discotecas y barracas, las que han dejado este 2019, pérdidas que superan los 320 millones de pesos.
No se consideran los millonarios robos que han afectado a Ferrocarriles por concepto de sustracción de cables, ni lo que se ha perdido por concepto de abigeato, con lo que la cifra en cuestión superaría los $500 millones.
Este año, las empresas que han sufrido robos millonarios son la discoteca Cannibal, la CAR Ñuble, el restorán Tranque Viejo (Quillón), una ferretería de San Carlos (Carabineros recuperó más de $43 millones de lo sustraído) y, en especial, la empresa de distribución para el retail, Flopar, que fue objeto de dos robos en los meses de mayo y octubre, los que le significaron pérdidas por sobre 150 millones de pesos.
El último incidente se registró en la comuna de Chillán y terminó con dos personas detenidas por personal de la Segunda Comisaría de Carabineros, quienes frustraron lo que hubiese sido el robo más grande del año, por $87 millones.
Los tres delincuentes entraron a una bodega de distribución de abarrotes huyendo con diversas cajas de mercadería, lo que fue advertido por una empresa de seguridad, quien dio oportuno aviso a Carabineros.
“No todos denuncian”
José Salvador Flores, dueño de la empresa de Transportes Flopar, y quien perdió más que nadie este año por concepto de robo apuntó a una realidad que da a entender la existencia de una delicada cifra negra.
“A uno como empresario, no es tanto lo que le duele el monto o las cosas que nos roban; lo que más daño nos hacen estos robos es el perjuicio al prestigio, a la confiabilidad, porque ninguna empresa quiere que se encargue de transportar sus productos, a una firma a la que le pueden robar las cosas”, plantea.
Es por la misma razón que sugiere que “es muy complejo para uno, que trabaja en este rubro, que se haga púbico un hecho como el que me afectó. Por eso fue que el primer robo (el de mayo) lo mantuve lo más bajo perfil posible, pero me consta que varios dueños de otras bodegas, que han sufrido robos, no lo hacen público, o incluso ni lo denuncian”.
Flores, quien cuenta con cámaras de televigilancia, perros guardianes, seguridad privada (certificados) y alarmas, dice que “eso ya no basta, tú puedes tener todo hermético y no basta. Ahora, ya empezamos a electrificar”.
Sin embargo propone que “si no hay más rondas policiales, al menos los sábado y los domingo, que es cuando más nos roban, no hay nada que hacer. Me reuní ayer (el viernes) con el coronel (John Polanco, prefecto de Carabineros Ñuble) y conversamos sobre algunas estrategias. Espero que resulten”.
Por su parte, el encargado regional de Seguridad Pública, Alan Ibáñez, recordó que el Gobierno ha estado invirtiendo en más vehículos y elementos de seguridad para las zonas rurales.
“La seguridad es un compromiso para nosotros, y en cuanto a las bodegas y supermercados que están sufriendo estos problemas, estamos trabajando con el perfeccionamiento de los guardias de seguridad, lo que está a cargo de Carabineros”.
En 2018, el robo más grande fue de 12 millones de pesos, en el mes de febrero a una ferretería, en la comuna de San Carlos, y en total, lo perdido por concepto de robos en lugar no habitado a bodegas, supermercados, cabañas y restoranes, fueron menos de $120 millones, casi 200 millones menos que el 2019.