Marta Colvin renace: UBB restaura esculturas que preservan su legado

Como si despertaran de un largo silencio, ocho esculturas de la artista chillaneja Marta Colvin han recuperado su fuerza expresiva en el Parque de las Esculturas del Campus Fernando May de la Universidad del Bío Bío (UBB). Tras un delicado proceso de restauración a cargo de la restauradora patrimonial Danitza Bórquez (la misma profesional estuvo a cargo hace algún tiempo de la restauración de la fachada de la Catedral de Chillán), las piezas no solo recobraron su integridad física, sino también su capacidad de diálogo con el entorno, con el paisaje y con quienes transitan a diario por el recinto universitario.
Las esculturas, creadas originalmente en piedra, yeso y terracota, se encontraban visiblemente afectadas por la exposición constante a la intemperie, presentando diversas alteraciones como acumulación de suciedad, musgos, líquenes, erosión superficial y microfracturas. En palabras de la restauradora, “estas alteraciones no solo comprometían la estabilidad estructural de las obras, sino también su percepción visual y su valor simbólico dentro del entorno universitario”.
El trabajo liderado por la Dirección de Extensión de la UBB durante el primer semestre de 2025 incluyó técnicas de limpieza mecánica y química controlada, eliminación de agentes biológicos, consolidación de zonas frágiles y aplicación de medidas de protección superficial. Cada etapa fue ejecutada con rigurosidad técnica y sensibilidad artística, respetando la esencia de las obras y la visión original de Marta Colvin, quien entendía la escultura no solo como un objeto estético, sino como un cuerpo vivo en constante diálogo con el espacio.
“Restaurar es cuidar lo que aún tiene algo que decir. Estas esculturas, tras este proceso, vuelven a respirar, a dialogar con su entorno, a inspirar. Porque el patrimonio no es solo una herencia del pasado, sino una responsabilidad compartida”, dice Danitza Bórquez.
La voz ancestral de la materia
Marta Colvin Andrade (1907–1995) nació en Chillán y desarrolló una obra marcada por la conexión con la tierra, los orígenes precolombinos, la naturaleza y la búsqueda espiritual. Sus esculturas, muchas de gran formato, están presentes en importantes museos, espacios públicos y colecciones internacionales.
El Parque de las Esculturas del Campus Fernando May es, junto al museo que lleva su nombre, un espacio fundamental para mantener viva su obra en la ciudad que la vio nacer. La restauración ejecutada por la UBB se convierte así no solo en un acto técnico, sino en un gesto simbólico, las piezas de Colvin vuelven a ocupar su lugar como referentes artísticos, culturales y emocionales dentro del paisaje de Chillán.
El trabajo de Danitza comenzó con el catastro general de las obras que alberga el Centro de Extensión. Este incluyó registro fotográfico, fichaje de conservación, inventario, catalogación, embalaje, depósito y preparación para exposición de diversas piezas. Posteriormente, la especialista restauró cinco esculturas de Colvin, de yeso y terracota, que se exhiben al interior del museo de la escultora.
Finalizada la restauración en Chillán, la profesional proyecta ahora una nueva etapa, el trabajo en el Parque de las Esculturas del Campus Concepción, donde también se conservan piezas de valor artístico y patrimonial.
La continuidad de este programa refleja un compromiso sostenido de la Universidad del Bío-Bío con el patrimonio artístico de Ñuble y Biobío, y especialmente con la figura de Marta Colvin, cuya obra sigue latiendo en piedra, en tierra y en memoria. Porque como dijo la restauradora: “estas esculturas aún tienen algo que decir”.