Señor Director:
La renuncia de Mario Desbordes del Ministerio de Defensa no hace más que confirmar lo espurio que fue su nombramiento desde un comienzo. Tampoco él contribuyó mucho a la tarea de dotar de sentido su breve paso por la cartera, ni siquiera fue capaz de respetar el plazo que se había autoimpuesto -marzo de 2021- para empezar nuevos desafíos políticos. Es de esperar que en el próximo cambio de gabinete el presidente Piñera vuelva a valorizar este Ministerio. Para esto, sus nombramientos no pueden estar al servicio de cálculos políticos pequeños como lo fue en su minuto la neutralización de Desbordes.
Juan L. Lagos
Fundación para el Progreso