Con puerta a puerta se desarrolla misión solidaria
Conmovidos por los estragos del temporal, Katterin Villegas junto a sus vecinos de la Villa Ríos del Sur, ubicada en la intercomuna, se organizaron para ir en ayuda de los damnificados. Para ello, se hicieron puerta a puerta y convocaron a los pobladores a llevar sus donaciones hasta la cancha del barrio, donde se reunieron, durante cuatro días, útiles de aseo y alimentos no perecibles que principalmente, ayudas que destinaron a la Universidad de Concepción, que dispuso un centro de acopio para su posterior distribución.
Katterin, es la voz de las más de 100 familias del sector, que colaboraron con la noble causa.
“Una de las cosas que más nos motivan, es la solidaridad que tenemos que tener los humanos el día de hoy ante tantas catástrofes que hemos tenido. Si bien es cierto el gobierno yo encuentro que hizo una muy buena pega y que estuvo con nosotros, creo que falta. La ayuda que llega de ello, no es inmediata, la gente necesita hoy cubrir las necesidades. Hoy día es cuando tienen los problemas, no en un mes o en una o dos semanas más, la gente lo perdió todo. El poder apoyar, dar una palabra de aliento, es muy importante”, expresa.
Desde el epicentro de la emergencia, vecinos atienden a damnificados
Irma Flores es la presidenta de la Junta de Vecinos R-20 Lautaro, ubicada en el km 10, camino a Pinto, que representa a 16 callejones. Si bien su casa resultó afectada por la crecida del río Chillán, no fue impedimento para que junto a otros habitantes levantaran una campaña de ayuda desde el punto más crítico de la emergencia en la capital regional.
En su sector al menos 60 viviendas quedaron con diferente grado de afectación. “En el callejón San Nicolás Norte, en el Km 10, en un par de segundos el agua subió un metro, se formaban olas, fue una cosa terrible. Se inundaron las viviendas, de hecho hay casas que quedaron totalmente anegadas, no se puede sacar absolutamente nada de ahí”.
Por esa razón, la JJ.VV decidió dar respuesta a las demandas inmediatas de las familias del sector, impulsado una iniciativa para recolectar enseres, útiles de aseo y alimentos. No es primera vez que se articulan esfuerzos para tender una mano a quienes pasan por períodos de necesidad.
“Me moviliza mucho el servir, mi capacidad de poder liderar y mi espíritu de servicio. Siempre me la he jugado al 100% por mi comunidad. He logrado bastantes avances. (…) De hecho en pandemia con los vecinos hicimos una cocina solidaria que duró 16 meses”, comenta.
La dirigenta informó que el punto de acopio es la casa de la Familia Chávez Ortega en el callejón San Nicolás Norte, disponible desde el lunes recién pasado para recibir todo tipo de donaciones que sirvan para satisfacer necesidades básicas y para implementar una vivienda.
“La campaña busca juntar el máximo de cosas que podamos para poder ir en ayuda de esos casos más focalizados, para que la gente pueda volver a la normalidad entre comillas. En la entrega, vamos a ir viendo la situación de cada familia, porque no todos perdieron todo”, dice.
Veterinarios apoyan rescates y gestionan alimentación animal
Nuevamente el Colegio Médico Veterinario aúna esfuerzos profesionales en disposición de las catástrofes. En su trabajo en terreno, han colaborado tanto en el rescate de animales como en la entrega de alimentación en alianza con diferentes instituciones de la comunidad.
En esta cruzada solidaria, el gremio ha catastrado más de 2 mil animales con necesidades de alimentación urgente en la región de Ñuble, por lo que piden el aporte de la comunidad.
“Lamentablemente en Chile todavía no contamos con recursos para animales en periodos de emergencia. Aún seguimos dependiendo de donaciones. (…) La necesidad que se mantiene en toda la región, es de alimentación para perros, gatos y también para ganado, especialmente fardo”, advierte la coordinadora de Respuestas a desastres de Colmevet Ñuble, Andrea Burgos.
A través de las redes sociales, se ha dispuesto un link para que dueños de animales que requieren apoyo puedan efectuar su solicitud. Además, en las mismas plataformas se han compartido puntos de acopio para entrega de comida y fotos de animales rescatados a fin de restablecer el contacto con sus dueños.
“Hay un link de acceso para que la gente que tenga necesidades con sus animales, ya sea de alimentación, o están atrapados, o porque se perdieron, etcétera, puedan inscribirse. Nosotros vamos filtrando todo el tiempo ese formulario y vamos respondiendo a las necesidades que requieren más urgencia”, destaca.
Al rescate de las personas aisladas por las inundaciones
Hace un año está conformada la Unidad de Búsqueda y Rescate Huellas, una organización sin fines de lucro, con presencia en Chillán y Concepción, encargada de localizar a personas extraviadas en diferentes puntos del país, ya sea por vía acuática y terrestre. Guías de montaña como de Kayak, radioaficionados y paramédicos son parte de los miembros de la organización, que obtuvo recién este mes su personalidad jurídica.
Los estragos causados por el temporal no fueron la excepción para servir a la comunidad. Por eso pusieron a disposición de Ñuble sus equipos y recursos para ayudar a socorrer a vecinos aislados por las crecidas de los ríos.
En el kilómetro 9 y 10 de camino a Pinto, instalaron un sistema de cuerdas para que personas, botes y kayak pudieran cruzar. En conjunto con los equipos de emergencia, lograron rescatar a 50 personas y alrededor de 30 animales que estaban aislados.
Además, participaron junto a Bomberos, en San Nicolás, con un bote zodiac donde fueron en auxilio de una familia que no podía salir de su casa por la inundación. También junto al Gope, en San Gregorio, asistieron a otro grupo familiar para que pudiera cruzar de un lado a otro.
“Fueron intensas (las jornadas) porque se sabía que la situación era compleja, pero no sabíamos si iba a empeorar o no. Entonces, nuestro proceso de trabajo tenía que ser todo muy acelerado, porque teníamos que sacar gente. No sabíamos si en una hora más iba a aumentar o iba a disminuir. Imagínate evacuando gente lloviendo con frío y todo eso generó igual que estuviéramos en un nivel de estrés bien elevado”, comenta el presidente de la organización, Miguel Venegas.
Agricultores impulsan campaña para ayudar a colegas afectados
No es primera vez que la Asociación de Agricultores de Ñuble colabora en situaciones de emergencia en beneficio de la comunidad, ya lo hicieron recientemente en los incendios del verano. Si bien aún están a la espera del catastro oficial de productores afectados por parte de las autoridades, hay conocimiento de los impactos que ocasionó el sistema frontal en la actividad.
Por eso, el presidente del gremio, Carlos González Mufdi, asegura que ya están a disposición para atender las urgencias de sus socios.
“Esta situación nos conmueve porque son nuestros colegas agricultores y los colegas de alguna forma tienen que apoyarse y tendernos la mano”, expresa.
La información preliminar que maneja el dirigente es que varios han perdido sus siembras de trigo, además han sufrido la destrucción de bodegas, galpones y casas producto de las crecidas de ríos y canales.
“Forraje que es lo que van a necesitar para que sus animales pasen el invierno”, puntualiza.
Desde el gremio han solicitado facilidades de parte del Estado para que los perjudicados puedan levantar su actividad.
“Se necesita que el Estado, en este caso BancoEstado, tenga líneas de crédito con tasas preferenciales para que pueda haber una reconstrucción y la gente pueda salir adelante. Los agricultores no queremos que nos regalen nada, pero sí que nos den condiciones poco más favorables, sobretodo en la parte crediticia para poder reorganizarnos”, enfatiza.
Cruz Roja articulados como centro de acopio y distribución de donaciones
Fiel a su compromiso humanitario, la Cruz Roja de San Carlos funcionó como centro de acopio de ropa de vestir, de cama, alimentos y útiles de aseo que fueron entregados por la comunidad para su posterior distribución en los albergues de San Nicolás y San Gregorio, y a sectores rurales de San Carlos, donde habían vecinos afectados por las complicaciones del sistema frontal.
La presidenta de la organización, Viviana Barrera, agradeció la respuesta de los vecinos al llamado a colaborar por los damnificados del sistema frontal.
“Tuvimos muy buena recepción de la comunidad, nos colaboran y confían en nosotros”, destaca.
Hace 76 años funciona la Cruz Roja en la calle Vicuña Mackenna de la comuna, donde trabajan cerca de 40 voluntarios, con edad que fluctúan entre 15 a 82 años.
Viviana asegura que la labor de socorrer a los más necesitados no solo se activa en periodos de emergencia, sino durante el resto del año también se realizan gestos solidarios con la población vulnerable.
“Nosotros estamos acostumbrados a trabajar en este tipo de situaciones, no es primera vez. Siempre estamos al tanto de las personas más vulnerables, prestamos ayuda humanitaria semanalmente. Entregamos canastas familiares. Muchas personas en situación de calle pasan a la Cruz Roja. Atendemos a una agrupación de adultos mayores semanalmente. Siempre estamos en campaña para este tipo de situaciones”, recuerda.