La obtención de subsidios habitacionales es, para muchas familias, un logro tras muchos años de esfuerzos y un estricto régimen de ahorros, lo que en muchos casos lleva a privaciones, que tienen sentido en la medida que hay un objetivo mayor por delante.
Pero en no pocos casos, los beneficiarios con viviendas sociales, tras acceder a ellas muestran un comportamiento totalmente contrario a la necesidad inicialmente planteada, de tal manera que terminan siendo vendidas o arrendadas a terceras personas ajenas a los grupos favorecidos.
La lucha por acceder a los esquivos subsidios habitacionales y viviendas asociadas en Ñuble se da en un escenario de déficit, donde según datos oficiales faltan alrededor de 10.000 unidades para satisfacer la demanda actual.
Es por ello que para entidades estatales es preciso salvaguardar el buen destino de los beneficios entregados a las familias y como contrapartida, recuperar cuando ello sea posible las asignaciones que estén siendo mal usadas.
El seremi de Vivienda y Urbanismo, Carlos Urrestrazu Carrión, indicó que según antecedentes nacionales y locales, cerca del 10% de las viviendas entregadas por el Ministerio y el Serviu en el útimo quinquenio tienen destinos diferentes a los planificados originalmente.
“Es un porcentaje de un 8 y el 10% de cada uno de los conjuntos habitacionales donde se da un mal uso de las viviendas y como Ministerio, lógicamente tenemos que fiscalizar todas las prohibiciones que tienen los beneficiarios durante los primeros años para vender, mal utilizar o arrendar unas viviendas que han esperado por tanto tiempo”.
Urrestrazu, agregó que “la única manera que tenemos para identificar este mal uso de viviendas es a través de las denuncias, que son denuncias que son anónimas, a través de un portal del Minvu, denuncias anónimas que hacen los vecinos, pues no queremos que se generen problemas al denunciar el mal uso”.
La campaña del Minvu tiene como objetivo adicional evitar que algunos grupos jueguen con recursos que en realidad tienen como foco atender las necesidades de los más necesitados, que son justamente quienes necesitan apoyo estatal y han realizado grandes esfuerzos para conseguir los subsidios.
Desde este punto de vista es que el Ministerio potenció el trabajo que viene realizando en el país y Ñuble para conseguir la devolución de las casas entregadas y ocupadas malamente.
La reintegración de las viviendas y los subsidios asociados al Minvu, no es en todo caso un tema sencillo, sino que a partir de la identificación de los casos anómalos se abren procesos donde se deben cotejar los antecedentes para arribar a un dictamen final que concluirá o no con el desposeimiento del beneficio.
De acuerdo con estos antecedentes, el Minvu presentó el plan nacional para recuperar viviendas sociales mal habidas. En Ñuble se detectaron 236 de estos casos a través del “Plan 10.000”, mediante el cual el Ministerio de Vivienda y Urbanismo busca recuperar aquellas propiedades con el objetivo de poder reasignarlas a aquellas familias que lo necesitan y cumplan con los requisitos establecidos por las normas legales.
Según datos de la entidad, en los últimos cinco años, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo ha entregado 158.358 viviendas en el marco de los subsidios habitacionales Fondo Solidario de Elección de Vivienda (DS49) y de Integración Social y Territorial (DS19) en todo Chile.
La cartera, realizó un diagnóstico en cada región respecto de la cantidad de viviendas sociales que estaban siendo mal utilizadas y en la región del Ñuble, se detectaron 236 viviendas que hoy tienen un uso que no es el adecuado.
Es por ello que el Minvu presentó el “Plan 10.000”, iniciativa enfocada en la recuperación de viviendas, con el objetivo de poder hacer buen uso de ellas y traspasarlas a quienes lo requieran y cumplan con los requisitos establecidos por ley.
A nivel nacional, se detectaron 10.712 viviendas sociales mal utilizadas, lo que equivale a un 7% de los hogares entregados en los últimos cinco años.
Sobre esto, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward, aseguró que “a través de esta iniciativa queremos volver a poner a disposición del Minvu la mayor cantidad de viviendas para poder destinarlas a las familias que realmente las necesiten, ya que detectamos que hay muchas que están actualmente deshabitadas o que tienen un uso que no es el que corresponde”.
Este 2021, agregó la autoridad, “iniciaremos con fuerza el plan de fiscalización, pero es importante dejar claro que no vamos a desalojar a nadie en este contexto, porque entendemos la difícil situación por la que atraviesan miles de familias en nuestro país producto de la pandemia”.
Mal uso
Cabe destacar que para catalogar estas viviendas como mal utilizadas, tienen que contar con alguna de estas causales: estar deshabitadas, que sean arrendadas o cedidas por moradores que no sean miembros del grupo familiar declarado por el beneficiario al momento de la postulación.
Además, se consideran como factores impropios, que las casas sociales “estén ocupadas ilegalmente, o que se le esté dando un uso comercial a la vivienda”.
Para el Minvu, es relevante que la ciudadanía se sume a esta iniciativa y realicen denuncias sobre viviendas sociales en mal uso a través de un canal de denuncias (https://denuncia.minvu.cl/), donde pueden adjuntar documentos, fotos o videos como evidencia.
El seremi de Vivienda y Urbanismo, Carlos Urrestarazu Carrión, informó que a la fecha se han detectado 236 viviendas que no están siendo ocupadas adecuadamente en la región de Ñuble”.
Como Ministerio, declaró, “es nuestro deber brindar la mejor calidad de vida a las familias que tienen necesidades habitacionales y es injusto que ese anhelo se vea truncado por personas que sacan un provecho personal a los beneficios del Estado y malgastan de esta forma los recursos públicos”.
Por eso, subrayó, “junto al director de Serviu potenciaremos este plan para reforzar el buen uso de las viviendas sociales”.
En tanto, el director del Servicio de Vivienda y Urbanización Ñuble, Álvaro Pinto, indicó que “como Serviu región de Ñuble tenemos la importante misión de trabajar para recuperar los hogares que hoy tienen un mal uso con el objetivo de poder reasignarlos a las familias que más lo necesitan”.
Para ello, detalló la autoridad, “desarrollaremos una estrategia territorial en las comunas de Chillán, Chillán Viejo, San Carlos, Quillón y Bulnes, el que consistirá en visitar las viviendas para asegurar que éstas sean habitadas por los beneficiarios a quienes se dirigen los programas del Fondo Solidario de Elección de Vivienda (DS49) e Integración Social y Territorial (DS19)”.
Pinto resaltó que “un dato importante es que en cada visita se debe constatar que quienes habitan ahí son beneficiarios para lo cual se solicitará la cédula de identidad. Esto, para evitar el mal uso de recursos públicos, porque tenemos muchas familias que necesitan una solución habitacional y no es posible que beneficiarios del subsidio o no ocupen la vivienda, o la arrienden o la utilicen para fines comerciales ya que eso no está permitido”.
El intendente de Ñuble, Cristóbal Jardua, por su parte subrayó que “el buen uso de los recursos públicos ha sido uno de los sellos que le hemos dado a nuestra región, y en este caso, el catastro que identificó a 236 viviendas sociales que estaban siendo mal utilizadas, nos permitirá reasignarlas a quienes de verdad lo necesitan”. El intendente, agregó que “recordemos que hay familias que llevan años en espera de una casa propia, por eso quiero felicitar la gestión que ha hecho el seremi de Vivienda y Urbanismo de Ñuble, que gracias a un plan nacional de recuperación de inmuebles, que se suma a una fuerte fiscalización, nos ayudará a priorizar con un hogar a las familias más vulnerables de Ñuble”.
Transparentar
El diputado Jorge Sabag, indicó que iniciativas como aquella van en la línea de transparentar procesos en una Región donde existe un alto déficit de viviendas.
“Los subsidios corresponden a una solución de habitabilidad, pero por ningún motivo es una herramienta de inversión, o una oportunidad de una segunda vivienda. El déficit de viviendas sociales sobre todo en nuestra región de Ñuble es muy elevado como para hacer un mal uso de los recursos aún escasos, es por esta razón que, el transparentar esta situación es fundamental”, planteó el parlamentario.
Sabag, indicó que “espero que esto venga a remediar un mal uso de las viviendas, sobre todo cuando tenemos tantas familias esperando años su ansiada casa propia y muchos que quizás no las necesitan, hacen mal uso de éstas”.
En todo caso, Sabag planteó que es necesario ser flexibles en cuanto a los procesos una vez que se detecten casos de personas obrando de manera inadecuada.
“Por cierto, hoy vivimos una pandemia que ha golpeado a cientos de familias, es por eso que espero que estas medidas tengan criterios y consideraciones claras, como para sancionar a las personas. Yo soy de la idea de advertir su situación y que ellos puedan remediarla en un plazo estipulado y no utilizar las sanciones más drásticas de inmediato”.
Junto con ello, agregó el parlamentario, “espero que, los entes fiscalizadores lo hagan de forma constante y no esporádicamente”.
El congresista apuntó que “es una realidad que se da y que debe ser fiscalizada con mayor rigor para focalizar mejor los recursos hacia quienes tienen una real necesidad de Vivienda”.
Déficit
El problema del uso inadecuado de viviendas, se da en una Región que presenta un elevado déficit habitacional, según antecedentes que maneja el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
De acuerdo a las cifras de la entidad, en Ñuble la falta de casas llega a las 9.239 unidades, aproximadamente.
De ese global, las mayores necesidades familiares se dan en comunas de la provincia de Diguillín, donde la carencia de hogares llega a 5.697.
En este territorio, Chillán concentra la mayor carencia con 2.698 casas, seguido de Bulnes (518) y Chillán Viejo(503).
Justamente el alcalde de Bulnes, Jorge Hidalgo, indicó que “durante los últimos años se ha notado un incremento en la cantidad de familias que postulan a viviendas, lo que ha hecho que tengamos que apoyar la construcción de villas bastante masivas y se estén generando nuevos grupos habitacionales de cien o más personas a lo que se suman numerosas casas en sectores rurales”.
En el caso de la provincia de Punilla, las necesidades de casas llegan a 2.017. La capital, San Carlos, lidera la falta de casas con 858, seguido por Coihueco, en 408.
En Itata, en tanto, el déficit alcanza las 1.525 unidades. En esta zona, Coelemu tiene necesidades de 318, mientras que Quirihue, la capital, tiene carencias del orden de las 300 unidades.