Señor Director:
El profesor que no deja huellas en la formación de sus alumnos, no es un maestro, es sólo un pinta pájaros que jamás será recordado por haber, en parte, contribuido a la formación de un discípulo. Durante mi vida escolar tuve muchos profesores, pero muy pocos maestros, que por coincidencia, o lo que sea, eran aquellos que egresaban de las Escuelas Normales, que poseían alma y vocación, en cambio, la gran mayoría, hubo excepciones también, eran los llamados pedagogos, simples máquinas expendedoras de conocimientos, verdaderos robots, en gran parte, a su vez, porque cayeron de rebote a la Pedagogía por no alcanzarles el puntaje para médicos, ingenieros, abogados, etc. Y lástima, pues también trasmitieron ese resentimiento a sus alumnos. Y ese es el resultado de la sociedad cada vez más descompuesta que vamos teniendo. Podrán venir decenas de maestros forjadores, con alma de tales, sus resultados seguirán siendo los de siempre, ya precedentemente señalados. Y aquí viene la pregunta del título: ¿Maestros o profesores?
Washington Sandoval Gessler