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“La reforma será llevada a cabo”. El presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió este martes en su discurso de fin de año que continuará adelante con la reforma de las jubilaciones, pese a las protestas de los sindicatos que lideran una de las huelgas de transporte más largas del país en décadas.
La huelga en Francia, que este martes cumplió su 27ª jornada y es muy seguida en los transportes colectivos, persigue echar abajo el proyecto del sistema de pensiones del gobierno.
Se trata del paro más largo que la de 1995, que obligó al gobierno de la época a retirar un proyecto de reforma de las jubilaciones de los funcionarios.
“Me doy cuenta de cuánto pueden ofender y causar miedo y oposición las decisiones adoptadas”, reconoció el presidente en su mensaje de felicitación de fin de año a los franceses, durante un discurso televisivo de 19 minutos.
“¿Tenemos que renunciar a cambiar nuestro país, nuestra vida diaria? No. Pues eso significaría abandonar a aquellos que el sistema ya ha abandonado […]. Es por esto que la reforma de jubilaciones será llevada a cabo”, insistió.
Asimismo, aseguró que la reforma tomará “en cuenta los trabajos difíciles para permitir aquellos que los desempeñan retirarse más pronto sin que esto esté vinculado a un estatus o a una empresa”.
Y añadió que esperaba “encontrar un compromiso rápido” con los líderes sindicales, quienes piden que se abandone el proyecto.
Las reuniones entre sindicatos y el primer ministro Edouard Philippe se reanudan el 7 de enero. Y dos días después se prevé una nueva jornada de movilización nacional contra el proyecto.
El sistema de jubilaciones es un tema delicado en Francia, pues la población está muy apegada a un sistema de reparto conocido, hasta ahora, por ser uno de los más protectores del mundo.
El gobierno quiere fusionar en un sistema único los 42 planes de jubilación distintos que a veces marcan edades diferentes de retiro tomando en cuenta las especificidades de diferentes profesiones. Además, incluye una fuerte incitación a trabajar hasta los 64 años, en contra de los 62 de la edad “legal” de jubilación.