Share This Article
Tras varios años de espera, finalmente el gobierno comunal está ad portas de recibir el visto bueno de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) para financiar uno de los proyectos emblemáticos del alcalde Sergio Zarzar, el recambio de las actuales luminarias de baja potencia y alto consumo, por un sistema más moderno como es el de luces LED.
De hecho, fue el propio jefe comunal quien el lunes pasado obtuvo la confirmación de la Dirección de Presupuesto del Ministerio de Hacienda para que el proyecto se lleve a cabo, y solo falta que la Subdere asigne los fondos solicitados.
Este último trámite, que puede durar varios meses, se resolvería antes de lo previsto, de modo que al corto plazo el municipio recibiría los $4.200 millones requeridos para reemplazar 13.000 puntos luminosos de sodio que forman parte de la precaria red comunal.
El plan de mejoramiento de la red lumínica de la ciudad fue planteado el año 2016 e iba a ser financiado por la vía de un crédito con la banca privada, pero tuvo que ser abortado como consecuencia de cuestionamientos a la licitación, derivados del conflicto de interés que había detrás de la actuación de un asesor municipal que ejercía el mismo rol en una de las empresas postulantes.
Desde ese traspié, el gobierno local se abocó a analizar diferentes fórmulas de financiamiento, concluyendo el año pasado que la mejor opción era la Subdere, a través de los llamados “recursos especiales reembolsables para ejecutar proyectos urbanos”, modalidad a la que tuvo acceso gracias a su buen comportamiento financiero.
El sistema de iluminación LED, existe en el mundo desde mediados de los años 60, pero solo en este siglo se ha comenzado a masificar, principalmente como una alternativa de reducción en el consumo de energía tanto a nivel público como privado.
Si llegara a prosperar el plan municipal, se estima que la capital regional podría ahorrar hasta el 40% de los costos actuales de este servicio. Cada vez son más las ciudades chilenas que están utilizando esta tecnología en sus calles.
De hecho, Chillán Viejo lo hizo en 2015, aunque con recursos propios y Chillán también aunque con alcance menor, pues se focalizó en las cuatro avenidas y en proyectos puntuales, como el mejoramiento de áreas verdes, las plazas y el acceso norte de la ciudad.
Cabe destacar que este sistema de iluminación es no solo más económico, sino también mucho más eficiente para disminuir la vulnerabilidad de quienes transitan por las calles, produciendo mayor seguridad. Además, es mucho más ecológico y amigable con el medio ambiente, ya que no utiliza mercurio para producir la luz, y es de mayor durabilidad en el tiempo, aproximadamente 30 años, ya que sus focos son sellados por lo que quedan ajenos a la humedad, la lluvia y el deterioro propios del entorno.
No cabe duda que la iniciativa del municipio parece estar bien encaminada y merece destacarse, pues apunta en la dirección correcta de un compromiso con la eficiencia energética, la protección del medio ambiente y la seguridad de las personas.