El cargo de concejal suele ser la primera parada de muchas autoridades que actualmente se desempeñan en alcaldías, en el congreso o en otras instancias.
Si bien pocos conocen cuáles son sus funciones, la cercanía que tienen los concejales con la comunidad los hacen ser la “bisagra” entre los ciudadanos y la máxima autoridad comunal.
Es por ello que para los partidos se trata de una de las elecciones más importantes, porque además, son un excelente predictor de las fuerzas políticas, de cara a las parlamentarias. Se suele decir que aquel partido que alcanza mayor cantidad de votos en las elecciones de concejales, es el que cuenta con mayor fuerza y presencia, las que puede hacer valer a la hora de negociar sus cupos parlamentarios.
Además, contar con un mayor número de concejales -sobre todo en comunas pequeñas-, se asocia con tener una mayor presencia en el territorio, lo que nuevamente beneficia a los conglomerados en las elecciones de legisladores.
En el caso de Chillán, de los actuales diez concejales, solo dos no irán a la reelección, Patricio Huepe (DC) y Joseph Careaga (RN). El resto, (Brígida Hormazábal, PS; Rodrigo Ramírez, UDI; Quenne Aitken, PC; Juan Pablo López, PR; Marina Crisóstomo, PPD; Ricardo Valdebenito, PPD; Yanina Contreras, PPD; y Pedro Sánchez, RN) buscará un nuevo período, por lo que requerirán de compañeros(as) de lista que sumen, y por qué no, consigan un segundo cupo para sus respectivos partidos.
Si bien las inscripciones de candidaturas son a fines de julio, las nóminas ya se están construyendo, y los partidos ya tienen a algunos nombres como precandidatos, de cara a la oficialización de los pactos.
Esta vez, además, incursionarán nuevas colectividades, como el Partido Social Cristiano (PSC), Demócratas y Amarillos por Chile, que aspiran a llegar al concejo de Chillán. Se consultó al Partido Republicano para esta nota, pero prefirieron esperar a tener definiciones concretas.