Los gobiernos de Estados Unidos y México lograron detener la llegada masiva de migrantes en busca de asilo a la frontera común.
Según constató la agencia EFE y ratifican activistas humanitarios, el otrora “río imparable de gente” se redujo a números prácticamente nulos gracias a las medidas disuasivas implementadas por Joe Biden con ayuda de México, lo que ha echado por tierra la retórica republicana respecto a una crisis en la línea divisoria.
“Ahora, por lo general, llegan muy pocas personas que, en su mayoría, desconocen que se usa una aplicación (de móvil) para hacer una cita, y lograr una entrevista para solicitar asilo”, dijo a EFE Pedro Ríos, director del Comité de Servicios de los Amigos Americanos.
Esta organización es la única que ha mantenido constante la ayuda a los migrantes que llegan a la zona “entre muros fronterizos” en Jacumba, (California, EE.UU.), que en mayo era el lugar por donde más migrantes ingresaban de forma irregular en la frontera suroeste.
Las cosas cambiaron desde el 4 de junio, cuando el presidente Biden promulgó las restricciones al asilo, que han logrado bajar la cifra de detenciones de migrantes a las registradas en el anterior gobierno.
Ríos explica que los pocos migrantes que cruzan aún “no hablan ni inglés ni español” y, por lo general, provienen de países de África y de Medio Oriente. Ya “los ríos imparables de gente” desaparecieron, comenta.
