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La región de Ñuble, creada en 2018 tras un prolongado movimiento ciudadano, celebra seis años de avances y desafíos pendientes. La idea nació en 1995 en manos del comité Ñuble Región, tras sus numerosas gestiones que consiguieron el respaldo de autoridades locales y nacionales para dejar la condición de provincia siendo parte de la región de Biobío, debido al escuálido desarrollo que aquejaba a Ñuble. Entre los principales hitos que marcaron su nacimiento, en 2013 se logró ejecutar un estudio por parte de la Universidad de Concepción sobre la factibilidad de crear la región, luego en 2015 ingresó al Congreso el proyecto firmado por la expresidenta Michelle Bachelet. Tras dos años de tramitación finalmente se convirtió en ley en 2017 y un año después, en 2018, tras su publicación en el Diario Oficial, comenzó a funcionar legalmente la nueva región.
Desde su génesis, Ñuble ha buscado la descentralización del Biobío y la construcción de una identidad propia, enfocada en mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Sin embargo, a pesar del progreso en diversas áreas tras su independencia, aún persisten temas críticos que necesitan ser abordados.
Uno de los protagonistas que impulsó la creación de la región de Ñuble fue el movimiento ciudadano Ñuble Región. Su líder, Hérex Fuentes, menciona que entre los avances más destacados en estos últimos años y que responden a las metas trazadas, destacan la retención de capital profesional, el desarrollo inmobiliario, las mejoras en el transporte público, además del “tren rápido” y su futura conexión con Concepción.
“Se trazó el objetivo de brindarle oportunidades a las personas, a los jóvenes, fundamentalmente, para que no huyeran, porque tenemos una población bastante avejentada en la región de Ñuble. Y ahora, cuando uno va en la calle, los papás le agradecen porque los hijos quedaron trabajando acá, porque ha tenido más oportunidades. (…) Se ha visto, por ejemplo, la construcción de gran cantidad de edificios en Chillán después que fuimos región, en Bulnes, Quirihue y San Carlos. Se ha visto desarrollo en pavimentación de caminos”, subraya.
Al recoger los aspectos pendientes, ex dirigente sostiene que la región tiene déficit en oferta académica, embalses y el centro de formación técnica estatal.
“Falta la carretera costera, ahí entramos de inmediato a ver que no se ha avanzado en los proyectos grandes que estaban en esta época, los embalses también que estaban proyectados, tampoco han avanzado, porque la sequía es enorme y hace falta retener las aguas. (…) Falta más universidades, más carreras dentro de las universidades que están acá. Falta el Centro Técnico Profesional, que es la única región que no lo tiene y hoy se está luchando para que se cumpla ese objetivo. Creamos un movimiento pro Universidad de Ñuble, porque en cada región hay una universidad que lleva el nombre de la región”, enfatiza.
Centralismo en Chillán
Uno de los principales objetivos plasmados en el origen de la región fue alcanzar la descentralización, para impulsar el desarrollo local, a través de un aumento del presupuesto. Desde la mirada del rector de la Universidad del Bio Bio, Benito Umaña, este anhelo fue uno de los primeros en concretarse en estos años, a través del despliegue de servicios y carteras públicas que permitieron acercar la atención a la comunidad. Además, de disponer de cifras propias para validar el diagnóstico y dirigir acciones.
“La instalación de liderazgos, unidades y seremias en Ñuble, sin duda, ha generado un impacto positivo. Falta por avanzar, pero estos procesos no son inmediatos. Además, se pudieron revelar y relevar, que los indicadores eran efectivamente malos en Ñuble, pobreza y una serie de indicadores que no eran suficientemente visibles para el ente decidor que está en Santiago”, destaca.
Asimismo, valora el aumento del presupuesto asignado al territorio al dejar su condición provincial por una regional, lo que permite focalizar los recursos a resolver problemáticas internas.
“La región tiene un presupuesto mucho mayor con la condición de provincia. Lo otro, es que los habitantes ven a las autoridades mucho más cercanas. Muchos trámites se pueden hacer acá. Cuando se dependía de Biobío, como territorio, tenía una serie de problemáticas propias que hacían dificultoso atender todas las situaciones que se requerían”, precisa.
Sin embargo, advirtió la autoridad académica, hay desafíos por concretar como la implementación de servicios en el resto de las comunas.
“Una deuda que tiene, es no cometer el error que reclamó inicialmente, es decir, que la región no sea centralizada solo en Chillán y, por lo tanto, eso todavía es una brecha. En el sentido de poder llevar mayores servicios, formación y salud hacia las otras comunas y no solo centrarse en Chillán. Ñuble tiene un déficit alto en cuanto a la instalación. A pesar de que han pasado seis años, la región no se ha instalado a plenitud producto, que además es muy justificable, que hemos pasado por un estallido social y pandemia”, expone.
La construcción de la identidad regional es un proceso que aún no se ha consolidado y que, a juicio de Benito Umaña, requiere tiempo y labor educativa en torno a destacar sus valores y beneficios.
“Creo que tenemos una cultura centralista. No nos sentimos del todo parte de una región, porque tenemos una condición de provincia que mantuvimos por muchos años. Hay que educar sobre cuáles son los beneficios, mostrar a la comunidad. A lo mejor se podría trabajar en los colegios y universidades con mayor fuerza el tema de la identidad, porque Ñuble tiene ruralidad, patrimonio rico y muy diferenciador. Esa identidad tiene que transformarse en hitos concretos y objetivos que a la comunidad le haga sentido. No por convertirse en región nos íbamos a sentir todos parte de una región”, dice.
Región en expansión
El ex diputado por Ñuble, Jorge Sabag, respaldó la creación de la región tanto en la vereda legislativa como a nivel político en el gobierno de Michelle Bachelet.
Desde su perspectiva, el territorio al independizarse de Biobío ha logrado aumentar sus recursos y tener sus propias autoridades con pertinencia local, como principal tarea cumplida.
“Estaba como en el patio trasero de la región del Biobío con pocos recursos, con un desarrollo muy lento. Creo que, desde esa perspectiva, la creación de la región ha servido de lugar para aumentar la disponibilidad de recursos que se deciden en la región. Recordemos que como provincia de Ñuble venimos con un poco más de 20 mil millones al año y ya tenemos más de 70 mil millones de pesos al año que administra el gobierno regional”, destaca.
Si bien se ha logrado agilizar el desarrollo, este no ha sido a cabalidad en estos seis años, ya que aún persiste niveles de pobreza, además de proyectos hídricos y de conectividad por realizar, apunta Sabag.
“Pasamos de ser la penúltima a la última región más pobre del país, pero creo que eso es transitorio por cuanto a los procesos que están en curso. Para que la región se desarrolle más, todavía necesitan más tiempo. Recién se están invirtiendo recursos importantes para tener un nuevo hospital, para desarrollar más el turismo de la región, donde se necesita la disponibilidad de recursos hídricos a todos los agricultores para permitir el desarrollo de la región. Recién estamos mejorando el tema de la conectividad, tanto real como la conectividad en materia de comunicaciones. Reconocemos que hay amplios sectores de la región que todavía están aislados y esos son parte de los factores que nos tienen en este subdesarrollo”, explica.
Según Sabag, la construcción de la identidad de la región está íntimamente ligada a su proceso de expansión, destacando las potencialidades que aún no han sido aprovechadas en un 100% por falta de inversión y visibilidad tanto a nivel nacional como internacional.
“Se está creando la marca Ñuble, que nos hace tener una identidad, y también la región está en un proceso de expansión, que va muy de la mano de la identidad, para que podamos tener mayor visibilidad a nivel nacional y también en el mundo, porque acá hay muchas potencialidades, pero que no se han desplegado, por falta de inversión y también de conocimiento. O sea, pocos saben que la de Ñuble tiene 61 kilómetros de costa, que todavía dependemos de la pesca contigua, con otras regiones, pero que es un potencial enorme de desarrollo, no solamente somos agricultura y turismo, sino que también es una región que tiene un potencial que todavía no se ha desarrollado del todo. En ese sentido, creo que esto de la identidad, nos va a dar a conocer y también nos va abriendo los ojos para inversiones importantes”, sostiene.
Acelerar proyectos claves
La Cámara de Comercio de Chillán fue uno de los gremios que impulsó la creación de la nueva división política-administrativa. Su presidente, Alejandro Lama, destaca, entre las tareas cumplidas, la disponibilidad de indicadores propios que ratificaron el diagnóstico y justificaron su creación.
“Porque la pobreza y las dificultades de desarrollo y crecimiento que tiene la región de Ñuble no se visualizaban al estar dentro del paraguas de Biobío. Ahora tenemos indicadores propios, por lo tanto, tenemos una certeza absoluta de lo mal que estaba la provincia de Ñuble, hoy región”, enfatiza.
Asimismo, Lama destaca la instalación de servicios públicos con autoridades más conectadas con la realidad local, sin embargo, advierte que existe la necesidad de acelerar proyectos claves para impulsar el desarrollo.
“Hoy día tenemos aquí a la autoridad, a los seremis, a la vuelta de la esquina. Entonces ellos viven, sienten y palpan las dificultades que tenemos nosotros, pero nos falta cómo llegar al gobierno central a convencerlo de las necesidades de Ñuble. Está en la conciencia de la autoridad de la necesidad de las cosas, pero vemos con desesperanza que no se toman las medidas correspondientes”, recalca.
Dentro de los objetivos pendientes, Lama apunta que la implementación de infraestructura básica debe ser prioridad para atraer nuevos capitales de inversión.
“Ñuble necesita solucionar problemas básicos para el desarrollo y crecimiento como son la conectividad eléctrica y los embalses. Sin eso, nuestra región va a seguir siendo pobre. A eso hay que adicionarle también la infraestructura caminera, la conexión de infraestructura digital, la conectividad aérea, en fin, hay muchas cosas por hacer para que Ñuble salga del lugar de la tabla de pobreza”, critica.
En los seis años de vida de la región, el dirigente considera que existe un sentimiento de identidad y de pertinencia en el reconocimiento de las potencialidades del territorio, pero que requieren de un apoyo estatal mayor por ser una zona estratégica.
“Porque siempre hablamos de que Ñuble es una actual potencia agroindustrial. Y claro, aquí hay fortaleza en la gente de trabajo y fortaleza en el territorio. Pero necesitamos el apoyo estatal, en ese sentido, para poder destrabar todos estos problemas que tenemos para invertir y crecer. Ñuble es una eventual potencia industrial. Ñuble está en el eje, en el centro del país, puede ser un gran eje de la distribución de toda la industria nacional. Estamos en la mitad de la carretera, equidistante del mar, de la montaña y del mar. Tenemos esa ventaja de estar en el ombligo de Chile, el centro geográfico está en Pemuco. Estamos en la Ruta 5, el Ferrocarril al lado. Por lo tanto, Ñuble tiene muchas potencialidades en salir del lugar que estamos, pero aquí necesitamos un plan especial para Ñuble”, analiza.
Mayor focalización de los recursos
El exsenador por Ñuble, Felipe Harboe, fue una de las figuras claves en ayudar a articular la creación de Ñuble, aunando consensos en la esfera legislativa e instalando el tema en la agenda de la ex presidenta Michelle Bachelet.
Desde su análisis, la instalación de autoridades locales y servicios públicos más cercanos, ha implicado una focalización de los recursos más precisa, asimismo destaca que la creación de la identidad ha sido un proceso paulatino.
Sin embargo, dentro de las tareas pendientes apunta a la necesidad de cumplir con la instalación de servicios en las provincias como también enfatizar en iniciativas que permitan fortalecer la identidad local.
“Dentro de lo pendiente yo diría la correcta instalación de los servicios públicos, particularmente en las provincias, eso está al debe. Creo que el Gobierno no ha dado las proporciones adecuadas a ciertos servicios públicos para que puedan desarrollar adecuadamente su función. En segundo lugar, creo que falta el proyecto de identidad regional para que se fortalezca esta lógica de la identidad propia”, comenta.
“La falta de dotación impide muchas veces que los servicios públicos cumplan con la función que se les encomienda. Pero también tiene que ver con un tema de capacidad de gestión. Esto no es solo tener una cantidad importante de funcionarios, también considerar reforma desde el punto de vista de la tecnología y procesos. Hoy los procesos en Ñuble son muy lentos, procesos de inversión, de evaluación. Probablemente falta un gran proyecto regional para modernizar la gestión”, añade.
El exsenador enfatiza la necesidad urgente de mejorar la infraestructura energética en la Región de Ñuble, señalando que debe ser una prioridad tanto para el sector público como privado para permitir el desarrollo industrial y la generación de empleo.
“Un objetivo que uno podría considerar como cumplido a media, es que cuando se creara la región se iban a abrir oportunidades de inversión y la verdad que así fue. Los empresarios de diferentes lugares comenzaron a presentar proyectos de inversión para la Región Ñuble. El problema fue que lamentablemente la empresa distribuidora CGE principalmente, no hizo las inversiones en transmisión eléctrica adecuada para poder asegurar el suministro de energía. Y a la fecha se han rechazado más de 420 proyectos de inversión, que podrían haber implicado cerca de 10.000 puestos de trabajo en la región de Ñuble porque no hay disponibilidad energética. Es un gran problema para la región y eso tiene que resolverse a la brevedad”, subraya.