Los hitos que marcaron la temporada 2024 de Ñublense en el fútbol chileno
Share This Article
La tarde del 17 de noviembre del 2024 quedará grabada a fuego en la historia de Ñublense porque se marcó un hito que parecía inalcanzable e irrepetible.
Los diablos rojos, de la mano del técnico Mario Salas, tras una irregular campaña en el Torneo Nacional, sellada con un noveno puesto, igualaban 1-1 con Magallanes en el estadio municipal de San Bernardo, clasificaban por primera vez a la gran final de la Copa Chile y retornaban a la escena internacional, al sacar pasajes a la fase previa de la Copa Libertadores 2025.
“Feliz por la gente, por el club, porque cumplimos uno de los objetivos que nos trazamos”, confesaba aquella tarde, el “Comandante”, que tras caer en la final de la Copa Chile por 1-0 en el Estadio Nacional, dejó la banca de la tienda chillaneja.
Sin embargo, su nombre quedó en la historia de la institución de 108 años de vida porque tras un 2023 que estuvo marcado por el estreno del Rojo en la Copa Libertadores, de la mano de Jaime García, la hinchada y los medios aseguraron que “pasará mucho tiempo para ver de nuevo al Rojo en esta instancia”.
El logro de Salas se concretó vía Copa Chile, pues a pesar de perder la final, como Universidad de Chile, aseguró el subcampeonato del Torneo Nacional, le cedió el cupo para el torneo continental al equipo de la Región de Ñuble.
“Uno se acuerda de tantas cosas y del camino recorrido con sacrificio”, valoró entre lágrimas, el zaguero central, Rafael Caroca, uno que emigró a Huachipato.
El camino a un logro que parecía lejano estuvo marcado por la irregularidad futbolística porque al término del primer semestre, Ñublense estaba más cerca del descenso y con un entrenador cuestionado por sus particulares cambios para cambiar el trámite de un partido.
La salida del equipo estelar de Patricio Rubio por algunas diferencias con Mario Salas, a quien no le gustó para nada que el delantero compitiera en torneos de pádel, dio paso a la inesperada explosión goleadora de volante argentino Gabriel Graciani, quien pasó de ser volante a prácticamente centrodelantero.
Aportó goles claves, pero decayó en el segundo semestre, dando paso al retorno de Patricio Rubio, quien terminó como titular aportando 9 goles en la temporada.
Precisamente, un golazo suyo de la mitad de la cancha ante Cobreloa en Calama, la tarde del 24 de septiembre, no solo le dio la victoria a los diablos rojos, sino que devolvió a la lucha al Rojo por un cupo a la Copa Sudamericana 2025.
La ruta en el Torneo Nacional para lograr ese objetivo se fue abriendo tras un triunfo vital ante Deportes Iquique en Chillán por 2-0, pero una estrepitosa derrota en el estadio Nelson Oyarzún por 4-1 ante Universidad de Chile, echó por tierra toda opción de meterse a la Copa Sudamericana en el séptimo lugar de la tabla de posiciones.
La derrota ante Huachipato en el estadio Cap por 1-0 el 10 de noviembre sembró las dudas de todo el año de cara a la semifinal por la Copa Chile frente al sorprendente Magallanes.
Y parecía que se prolongaban ya que en el duelo de ida ante la Vieja Academia, el equipo de Mario Salas ganó en la agonía con anotación del argentino Pío Bonacci que gritó con el alma el único que marcó por la tienda chillaneja.
En la revancha, merced al gol de Patricio Rubio y las tapadas del uruguayo Nicola Pérez, Ñublense timbró una histórica clasificación a la final de la Copa Chile.
La tarde noche del 20 de noviembre, en el Estadio Nacional, Ñublense escribía una página inédita de su historia jugando su primera final de la Copa Chile ante la Universidad de Chile.
Los “Diablos Rojos” batallaron hasta el final, ante la superioridad de la U, que en el primer tiempo cimentó el título con gol de Charles Aránguiz.
Un gol anulado a Patricio Rubio y su posterior expulsión, sembró la polémica, pero no borró el orgullo de los hinchas de Ñublense que llegaron al Nacional y otros que vibraron siguiendo la final en pantalla gigante en el frontis del municipio chillanejo.
A pesar de la derrota, los diablos rojos sacaron pasajes a la fase previa de la Copa Libertadores, instancia en la que se medirán, ahora bajo la conducción técnica del joven DT Francisco Arrué, a Boston River de Uruguay.
El choque de ida será el 19 de febrero a las 19 horas en el estadio Centenario de Montevideo y la revancha el 26 de febrero, a las 19 horas, en el estadio Nelson Oyarzún Arenas, que por primera vez albergará un partido de copa internacional.