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Un plantel prácticamente nuevo armó Ñublense para la temporada 2019, con Germán Cavalieri a la cabeza y con el desafío de mejorar la imagen que dejó el Rojo en el torneo pasado.
Sin embargo, pese al buen funcionamiento del equipo en algunos partidos, y la notoria alza en relación al año pasado, Ñublense no pudo cuajar el juego exhibido en buenos resultados, lo que terminó costando la salida del técnico argentino.
En la interna del plantel se valoraba el trabajo de Germán Cavalieri, destacando como cualidades del entrenador su dedicación y profesionalismo, donde los videos y el apoyo audiovisual fueron una constante de su trabajo para intentar mejorar los rendimientos y aprovechar al máximo las debilidades de los rivales.
El plantel se notó comprometido con la idea de trabajo de Germán Cavalieri. Los jugadores que llegaron con el nuevo cuerpo técnico plasmaron la idea del estratega argentino, pero los resultados fueron lapidarios, y los objetivos establecidos para las primeras fechas no se cumplieron.
La mala campaña de local también fue un peso que el técnico nunca pudo sacarse de encima.
La negativa racha de siete partidos sin ganar revolucionó el ambiente en Chillán, de forma negativa para Germán Cavalieri.
Un punto que se le cuestionó al técnico argentino fue el hermetismo con el que manejó las alineaciones titulares, ya que desde su llegada en septiembre del año pasado, jugadores no estaban a gusto con la entrega del equipo titular solamente un par de horas antes del comienzo de los partidos, así como también las cargas de trabajo físico, y la capacidad de su cuerpo técnico.