Señor Director:
El Ministerio de Educación anunció la ampliación del programa A Convivir se Aprende a cien comunas del país, iniciativa que busca
favorecer la convivencia escolar entregando herramientas para enfrentar y prevenir la violencia en recintos educacionales.
Este programa nos plantea importantes desafíos que necesariamente deben involucrar a toda nuestra sociedad: la convivencia
es responsabilidad de todas y todos los actores implicados en la educación, incluidas las familias.
En este sentido, parece necesario trabajar la noción de co-construcción, validando la experiencia y prácticas efectivas que la
escuela ya tiene a propósito de su historia, anclándola con las nuevas propuestas de colaboración y aprendizaje. Esto permite
involucrar a todos los actores de la comunidad educativa y del ecosistema cercano a la escuela (el barrio), para que se impulse el
sentimiento de pertenencia que permita la integración de la escuela como espacio de seguridad y cuidado de los alumnos. En
este aprendizaje comunitario es relevante el docente, quien debe tener el rol de potenciador de las habilidades socioemocionales
para la adaptación y desarrollo de cada uno de sus estudiantes. Este eje es indispensable incluirlo en la formación de pregrado
de docentes para que cuenten con herramientas que les permitan realizar acciones sistemáticas y transversales en el curriculum.
Por tanto, las instituciones de educación superior también juegan un rol relevante para disminuir la violencia en las escuelas.
Aprendamos y enseñemos a convivir sanamente. Todos tenemos un rol que cumplir.
Marcia Valenzuela S.
Académica Facultad Educación UDD