El nuevo ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela van Treek (57), conoce bien la región de Ñuble y el Valle del Itata, donde dijo, hay viñateros “que conozco como la palma de mi mano”. También conoce sus dolores, como los bajos precios que se pagan por la uva vinífera, un problema que, afirmó, no se resuelve regulando los precios; y también reconoció la preocupación de los agricultores por los cambios que está experimentando el régimen jurídico de las aguas, y particularmente, por las normas que se están discutiendo en la Convención Constitucional.
Valenzuela es periodista y doctor en Historia Contemporánea. Es militante del Frente Regionalista Verde Social y se ha desempeñado como asesor sindical y jefe de Comunicaciones de Cedal. Fue diputado por la Región de O’Higgins entre 2002 y 2010 y, previamente, alcalde de Rancagua entre 1992 y 1996. Como director de Convergencias Regionalistas de Estudios Aplicados del Sur (Creasur) ha profundizado su compromiso con la descentralización. El año pasado fue candidato a gobernador regional por O’Higgins.
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– Una de las principales preocupaciones de los agricultores es la certeza jurídica de los derechos de aprovechamiento de aguas. Hay una reforma al Código de Aguas cuya tramitación tardó 11 años y que ya se aprobó, y por otro lado, está la discusión constituyente. ¿Cuál es el escenario más probable que ve usted para el régimen jurídico de las aguas?
– Primero, nos guste o no nos guste, lo que determine la Constituyente va a ser la que determine la carta magna, la ley marco de todo lo que se haga. Segundo, un productor y no un especulador, no debe tener miedo, estoy cien por ciento seguro que, en cualquier caso, los productores de alimentos responsables, serios, no van a tener dificultades en sus derechos de agua. Tercero, los derechos de agua son una fantasía ante la extrema crisis hídrica de una cuenca, si alguien no quiere entender eso es que no fue a kindergarten. Entre ellos mismos, en muchas partes están peleando los agricultores, por desvíos de aguas, cierres de compuertas, etcétera. Entonces, cuando hay crisis tiene que haber co-responsabilidad, como es lo que hemos estado pregonando, que los distintos actores salgan de las trincheras y vayamos como todo el mundo, autoridades co-responsables de las aguas y de las cuencas.
La Punilla
– También en materia de aguas y disponibilidad, en la región de Ñuble un proyecto emblemático es el embalse La Punilla, que está en proceso de licitación, pero en los últimos meses se han escuchado más voces críticas. Yo quiero saber su posición, si usted está a favor de la construcción de este proyecto o si es partidario de detenerlo.
– No, yo no tengo una opinión de claroscuro. Uno, habría que preguntarle al señor (Martín) Arrau y al gobierno de (Sebastián) Piñera, por qué fracasó el proceso; segundo, hay que escuchar a los distintos actores. Los proyectos de embalses en el mundo funcionan cuando tienen una buena trazabilidad ambiental, cuando todos los actores -no solo los grandes- tienen derecho al agua y también contribuye a la polivalencia del derecho a usarla. Nadie sabe la dimensión que va a tener esta crisis hídrica, y que ese embalse tiene el elemento energético, el elemento de riego y actualmente, de seguridad hídrica de agua potable. Y el conjunto de esos factores, el nuevo gobierno y las instituciones, que no es la voluntad de un ministro, son distintos actores institucionales los que tendrán que evaluar la pertinencia de continuar con su construcción.
– El proceso ya está en marcha, por lo que su paralización sería una sorpresa para todos.
– El proceso ya está en marcha con ciertas premisas, ambientales y de pluviometría, y parece que los últimos años han demostrado que las cosas están un poco más frágiles.
Viñateros
– En la región de Ñuble hay más de 5 mil viñateros, que todos los años se quejan por los bajos precios. Ellos sostienen que el mercado está súper concentrado, son pocos los poderes compradores, que actúan abusando de su posición dominante. ¿Usted cree que ha faltado ahí un rol del Estado más activo para velar por una libre competencia?
– Bueno, es al revés, porque si uno mira la libre competencia, los precios son los precios de mercado. Lo que ha faltado es proactividad. He visto y escuchado la preocupación de los viñateros, que conozco como la palma de mi mano, en Portezuelo y para qué decir Guarilihue, que hace cuatro años soy un verdadero distribuidor de vinos Cinsault a diversos amigos de Santiago, Rancagua y de otros territorios. Aquí lo que se requiere es proteger, la Cinsault y la País son del Maule, del Itata y del norte del Biobío, hay una situación delicada en que no se puede quitarse una de las pocas ventajas comparativas de la provincia más pobre del país medido en promedio salarial, que es Itata. Hay que estudiar esto y lo haremos con toda la responsabilidad, escuchando a todos los actores, desde el Ministerio.
– Respecto a los vicios del mercado de la uva vinífera, en que los viñateros apuntan a las tres grandes viñas que compran la uva, y dicen que pagan precios que ni siquiera cubren los costos de producción.
– Sí, a nivel mundial, y hay algunos productores que lo han logrado en Itata, que es generar valor agregado, entonces, más bien tiene que ver con mejorar procesos de comercialización, mejorar procesos de marca, de diversificación y de agregación de valor, más que la pretensión de control de precios, y creo que tiene más que ver con omisiones que han tenido o que pudiesen ser más proactivos, los gobiernos locales, ellos mismos, el Ministerio de Agricultura y el Gobierno Regional. Yo he conversado largo con el gobernador (Óscar) Crisóstomo y la idea es generar medidas de apoyo a la comercialización y promoción de los vinos del Itata, ésa es la mejor manera para mejorar el valor del vino.
– Siguiendo con la pequeña agricultura, le quiero preguntar por aquellas voces que hacen una evaluación crítica del rol del Indap, apuntando al carácter asistencialista del apoyo, y postulan que debiera enfocarse más en apuntalar el crecimiento de los productores. ¿Tiene alguna coincidencia con esas críticas?
– Parciales. El Indap es muy maravilloso. Hay muchas comunidades que, de la mano del Indap, a través de los municipios y los Prodesal, han logrado acompañar, con los extensionistas y la asistencia técnica, a la agricultura familiar campesina. Lo importante es que todo el sistema del Ministerio de Agricultura, mejoramiento de suelos, forestación nativa, riego, tiene que ir también de manera prioritaria en la agricultura familiar campesina, no solo los programas tradicionales del Indap. Estamos en eso, yo conozco casos, como en El Carmen, de Agrícola El Carmen, quienes partieron como productores rurales con apoyo de Indap, muchas mujeres, ellos han estado al nivel de asistencia técnica (programas SAT del Indap), han recibido maquinarias, han recibido tecnologías, y creo que esas cadenas de valor hay que acompañarlas. (…) Vamos a buscar al máximo que en el Indap esté gente muy profesionalizada, cumpliendo estándares, ayudando a todo el mundo sin clientelismo, sino que a favor de la promoción de la agricultura familiar campesina.
Cotrisa
– ¿Qué evaluación hace usted de la labor de Cotrisa? Se lo pregunto porque los trigueros siempre critican la pasividad de Cotrisa, argumentando que su intervención en el mercado no tiene ninguna incidencia en los precios a nivel local. ¿Qué opinión tiene usted del rol de Cotrisa, como comprador? ¿Se logra el efecto deseado, que es la corrección de precios?
– Bueno, mi característica como ministro es hablar con la mayor franqueza. Entonces, ojo que ha habido retroceso en la balanza de importaciones en cereales, pero Cotrisa ha ayudado, Cotrisa ha estado ayudando a los productores de avena, que también hay en el Ñuble, al almacenamiento. Segundo, el precio, con esta alza de los insumos principalmente de los fertilizantes, se ha traducido también en una mejora del precio del trigo. Cotrisa interviene cuando los precios afectan al productor tradicional; vamos a ser muy estrictos en asegurar que estos pequeños y medianos productores de cereales del centro sur estén representados tanto en el directorio de Cotrisa como en el directorio de Agroseguros y del INIA, para apoyarles de manera proactiva, pero hay una crisis mundial, no tiene que ver solo con Chile, y hay que estar atentos a esos datos y ser proactivos, pero no ser populistas en estas materias.
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