En una sociedad cada vez más marcada por el poder de la información, las redes sociales y la comunicación en general, el escenario político no queda al margen, y se convierte en protagonista en el caso de las elecciones de votación popular.
El plebiscito constituyente del próximo 26 de abril será una de las elecciones más importantes en Chile tras la vuelta a la democracia, y esa importancia se traduce a los partidos políticos, encargados de diseñar y ejecutar la propaganda electoral previa, la franja televisiva y todo lo correspondiente para asegurar el triunfo de su opción.
La franja televisiva ha ido tomando notoriedad. La inclusión de los independientes, los minutos divididos de RN son, entre otras cosas, los condimentos que ya hacen atractiva la campaña que se verá en televisión abierta.
Hoy, con los partidos políticos más cuestionados que nunca, la propaganda electoral y la franja televisiva pueden ser determinantes para volver a resurgir en la ciudadanía, y para motivar a la población a votar por una determinada opción.
Opiniones
“Los aciertos de los partidos podrían estar en la creatividad que apliquen en la franja, pero además, en su capacidad de convocar y abrir los espacios necesarios para la sociedad civil. Aquellos partidos que actúen con generosidad y con visión de país son los que finalmente lograrán conectar con la ciudadanía y ese debería ser uno de los principales objetivos. Los errores, serán caer en descalificaciones, campañas del terror y la exclusión. Al final del día, la ciudadanía pasará la cuenta a los agoreros del desastre, del miedo o la confrontación”, señaló Daniel Ibáñez, Presidente de la Fundación Participa.
Por su parte, Lesley Briceño, docente de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, comentó que “el hecho de que los partidos estén abiertos a diferentes posturas es algo que obviamente hace que se perciban como una institución más flexible y más pluralista. Lo importante es que si los partidos van a apoyar el ‘Apruebo’, empiecen desde ya a indicar sus lineamientos generales dentro de una posible nueva Constitución, si ese elemento no está presente, es probable que la franja se centre en elementos básicos o en la temida campaña del terror”.
Finalmente, Augusto Parra, presidente de la Fundación República en Marcha, se refirió al tema indicando que “creemos que lo sustantivo es que la propaganda electoral pueda exhibir los contenidos constitucionales que aspira cada colectividad, y podamos superar la lógica de los mecanismos para poder abordar los desafíos del día siguiente, tanto en el caso que gane la opción Apruebo, como en caso que gane el Rechazo, nos debe permitir abordar una agenda conducente a la paz, y a alcanzar acuerdos que hagan posible un futuro común. La tentación de una propaganda minimalista que reduzca el debate a afirmaciones descalificadoras solo puede profundizar la fractura que hoy evidencia Chile”.
En ese sentido, una tarea muy importante que han asumido algunos partidos políticos, organizaciones sociales y movimientos independientes, es el de educación cívica a la ciudadanía, con el objetivo de que emita su voto contando con toda la información necesaria.
El 26 de febrero comenzará de forma oficial la propaganda electoral con miras al plebiscito constituyente, pese a que muchos ya adelantaron camino y por lo mismo se han visto envueltos en denuncias al Servel.
Por su parte, la franja televisiva comenzará el 27 de marzo.
