Share This Article
No es ningún secreto que las exportaciones de alimentos son claves para el crecimiento económico de Ñuble, y por lo mismo, hay que observar con atención los números, que revelan una positiva actualidad, pero también importantes desafíos.
Según estadísticas de Odepa, con datos del Servicio Nacional de Aduanas, durante 2023, la región de Ñuble exportó US$ 64,1 millones en fruta fresca y US$128,6 millones en fruta procesada, principalmente congelada. Se trata de cifras que muestran una tendencia al alza en los últimos años, principalmente en los volúmenes. De hecho, en 2023 Ñuble exportó 9.229 toneladas de arándanos frescos, 1.767 toneladas de cerezas frescas, 15.893 toneladas de arándanos congelados, 5.138 toneladas de frambuesas congeladas, 6.988 toneladas de frutillas congeladas y 3.470 toneladas de espárragos congelados, entre otros productos.
Como puede verse, para los principales envíos agrícolas de Ñuble, el tiempo es un factor crucial en la calidad del producto, ya que el traslado a los mercados de destino, principalmente China, Estados Unidos y Europa, toma cerca de 30 días y en algunos casos, cuarenta.
Por esa razón, los exportadores regionales que hoy sacan su carga a través de los puertos de Valparaíso y San Antonio, están analizando trasladarse a los puertos de Biobío para mejorar su competitividad. Por su parte, en los terminales de San Vicente, Coronel y Lirquén, que asoman como opciones concretas de conexión, ven con optimismo esta decisión. Pero para ello es clave contar con grandes volúmenes que justifiquen una mayor frecuencia de recalada de los buques que poseen las condiciones para el transporte de fruta fresca.
Igualmente, en materia logística también conviene evaluar la factibilidad del transporte aéreo, a través de Carriel Sur, donde están las condiciones para embarcar estos productos. De hecho, actualmente se exporta salmón a través de ese terminal, explicó a Radio La Discusión, el exdirector de Aduanas y uno de los promotores de la conformación de la actual Mesa Comex, Claudio Cid.
Pero no solo el transporte es una limitante para el aprovechamiento del potencial agrícola de Ñuble. La deficiente infraestructura vial y de telecomunicaciones, la escasa diversificación de la matriz exportadora y una débil cultura asociativa son también desafíos pendientes.
Además, las altas exigencias de calidad, fitosanitarias y de trazabilidad en los mercados imponen retos cada vez mayores a los productores locales, donde la rapidez para adaptarse no ha sido la óptima, lo que se observa, por ejemplo, en el combate de plagas o en la introducción de nueva genética.
Por ello, no es antojadizo decir que en la medida que Ñuble logre superar los desafíos antes descritos -muchos de los cuales son también las limitantes para su internacionalización- podrá sumar más actores al desafío de exportar y así aprovechar su gran potencial.