Señor Director:
En Chile, como en el mundo, la creencia arraigada de que “lo barato es malo” ha moldeado nuestra percepción de la calidad educativa. Este paradigma, basado en el “consumo conspicuo”, sugiere que la educación de calidad debe ser costosa para demostrar estatus social. Es hora de cuestionar esta noción y considerar la educación en línea, accesible y asequible, como una alternativa valiosa.
La metodología en vivo combina lo mejor de la presencialidad y la virtualidad, brindando flexibilidad sin sacrificar la calidad. En cuanto al contenido, la educación en línea permite actualizaciones constantes, manteniendo a los estudiantes al día con las demandas del mercado laboral actual. La clave radica en tener profesores con experiencia práctica en el área, a diferencia de la educación costosa, donde la experiencia a menudo se limita a la cátedra.
Para hacer que la educación sea verdaderamente accesible, es crucial permitir que estudiantes de todas partes accedan a la misma calidad educativa y reducir costos eliminando gastos innecesarios sin sacrificar la calidad. Debemos redefinir la percepción arraigada de que “lo caro es bueno” en educación, centrándonos en la metodología, el contenido actualizado y los profesores expertos como los principales indicadores de calidad.
Sebastián Gutiérrez
Country Manager de Coderhouse