Señor Director:
Como alguien que trabaja en salud mental y que ha visto cómo han aumentado los suicidios en la población, con alegría recibo la noticia de la línea de atención para la prevención del suicidio. Esto, tanto por su disponibilidad inmediata, como por su accesibilidad universal.
Pero cabe preguntarse: ¿qué se hace antes para evitar que una persona llegue a ese punto? Pese al interés de la política pública en materia de salud mental, aún falta por hacer y va más allá de destinar presupuesto.
Por una parte, es urgente abrir plazas de trabajo para otros profesionales del área, como psicólogos y terapeutas ocupacionales. Por otra, existe desregulación en materia del ejercicio profesional de la psicología, dado que todos quienes egresan lo hacen solo como psicólogos generalistas. No tenemos, a diferencia de otras profesiones de salud, un modo de regulación para especialidades.
Ámbitos como la psicología clínica requieren especialización y adquirir competencias que permitan el mejor abordaje e intervención. Sobre todo, ante la complejidad de ciertos cuadros clínicos que hoy están teniendo más prevalencia.
Si bien es muy bueno que los profesionales que se integran al *4141 sean capacitados, este es un primer paso para poner el acento en que se necesita regular el campo profesional, porque en salud mental es mejor prevenir que curar.
Sanny Infante Psicóloga