Señor Director:
No podemos olvidar que el protector primordial de los niños, niñas y adolescentes, antes que el Estado, es la familia
y por tanto, este como garante final de los derechos de ellos debe también entregar las herramientas necesarias para
que sus padres y/o cuidadores puedan ejercer este rol protector, incorporando el trabajo remoto como una alternativa
viable para funcionarios y funcionarias fiscales.
El Estado no puede hacer oídos sordos y mostrar indolencia ante la angustia de quienes no cuentan con una red de
apoyo. Tampoco, puede esperar que esto gatille la renuncia de alguno de los progenitores. Pues como ya es habitual,
serán mayoritariamente las mujeres quienes deberán salir, en el mejor de los casos por un tiempo, del mercado laboral, disminuyendo los ingresos de ese hogar, ya que las familias con niños en general son monoparentales, donde
la jefa de hogar en el 98% de los casos es una mujer, y por tanto, entonces será la familia la que se quedará sin ningún
ingreso.
Urge hoy poner el foco en el Chile de mañana y seguir trabajando para alcanzar un piso garantizado mínimo donde
el Estado entregue a las familias con niños, niñas y adolescentes las condiciones necesarias para que puedan ejercer
el rol protector primordial de cuidado de sus niños que tienen a cargo.
Karla Rubilar
Académica Universidad Autónoma