Con la reciente publicación oficial de la Ley de plásticos de un solo uso, comienza a correr el plazo para llegar a agosto del 2024 con esta norma implementada en todo Chile, y que prohíbe al comercio establecido ofrecer utensilios como bombillas, platos, envasados o vasos de este tipo de material.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Esta norma aplica a aquellos lugares o establecimientos que venden alimentos, y lo que busca es que se pueda fomentar la reutilización, explicó la directora ejecutiva de Círculo REP, Carmen Gloria Ide.
“Por ejemplo, cuando teníamos una bombilla en un restaurant para tomarnos una bebida, hoy día lo que buscamos es que esa bombilla sea reutilizable, hay muchas que son de metal por ejemplo, o que sean de material reciclado o que no sean de plástico, en ese sentido, la regulación hoy día también busca la certificación de plásticos de un solo uso, de forma de poder ver que aquellos que no son reutilizables vayan de salida del mercado. Lo mismo con las botellas desechables”.
Básicamente esta Ley tiene que eliminar aquellos plásticos que no son necesarios, aquellos que en verdad hoy día solo se usan una vez, por tanto que dejen de ser un residuo y pasen a ser reutilizables, reciclables o compostables.
“Hay un plazo de tres años para poder adaptarse para lograr que esto esté absolutamente implementado en nuestro país y los deliverys también entran en esta normativa, ahí va a ver que trabajar, por ejemplo, en que solo van a poder entregar envases y contenedores de comida de plásticos compostables certificados, ya no va a ser posible entregar en cualquier tipo de plástico sino que va a ser necesario aquellos que tengan una certificación, que estén probadamente cumpliendo con esta normativa”.
Por su parte, el socio y director del área Medio Ambiente y Regulación de Moraga y Cía., Jorge Canals, recordó que “esta Ley se pensó para evitar la gran contaminación que presentan océanos, ríos y lagos ( por eso fue un proyecto por la ONG Oceana), de estos plásticos de un solo uso, que luego se desechan y tardan cientos de años en degradarse o asimilarse en los lugares que terminan, o incluso contaminando la cadena alimenticia de los mismos seres humanos que después consumen peces que tienen micro plásticos”.
Rol ciudadano
Uno de los grandes problemas de esta ley es que está suscrita al ámbito de la fiscalización municipal con sanciones en policía local.
“Sabemos que muchas veces los municipios no cuentan con el personal suficiente para hacer valer esta ley. Espero que tal como la Ley de bolsas plásticas, que finalmente fueron las propias personas, los propios ciudadanos que internalizaron esta conducta y provocaron este cambio de habito, yo creo que esto también va ir en la misma línea, precisó Canals”.
Texto: Javier Ochoa/Diario Concepción
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