Señor Director:
La nueva Ley Marco sobre Ciberseguridad es un paso importante en la protección digital del país. Aunque establece un marco de responsabilidades claro para organismos estatales y privados, su eficacia dependerá directamente de la capacidad y los recursos de la Agencia Nacional de Ciberseguridad (ANCI) para cumplir su función preventiva. Si ésta se ve sobrepasada, la Ley se quedará sólo en las buenas intenciones.
Por otra parte, si bien se establece un sistema detallado de registro y reportes, hay un riesgo que se transforme en una burocracia sin rumbo que entorpezca la respuesta rápida a incidentes. El equilibrio entre agilidad y control es delicado, y un énfasis excesivo en lo segundo puede ser contraproducente.
La Ley representa un progreso significativo en el ámbito de la ciberseguridad, pero su éxito dependerá de la implementación práctica. Es esencial mantener un enfoque ágil, que garantice protocolos y estándares adaptables al siempre cambiante mapa de ciberamenazas, así como asegurar que la ANCI esté debidamente equipada para actuar de manera efectiva.
Francisco Bedecarratz Scholz
Director del Grupo de Investigación IA+D UA