Absoluto desconocimiento existe en la actualidad respecto de lo que sucederá en la Municipalidad de Chillán con los llamados a concurso para cubrir una serie de puestos clave que forman parte del proyecto de Plantas Municipales.
La propuesta estatal, consensuada con entidades políticas, asociaciones de funcionarios municipales y otras entidades, culminó a fines del año pasado en la ciudad, con una serie de medidas que beneficiaron, tras una larga negociación, a los funcionarios de la entidad edilicia.
Desde el consistorio, la dirigenta del sindicato Nº1, Zoraya Martínez, indicó que en los próximos días esperan conversar con el alcalde Sergio Zarzar, con el fin de aclarar la situación en la que se encuentra el proceso, al que le falta una última etapa.
Detallo que todo marchaba de manera satisfactoria en el municipio chillanejo, hasta que se desató la pandemia.
“Al interior de la municipalidad no tuvimos problemas, pues se produjo el reencasillamiento del personal y además se concretaron los ascensos correspondientes, por lo que desde ese punto de vista todo está bien”, remarcó.
Sin embargo, subrayó, las nuevas contrataciones de personal de planta y la conformación de las cuatro nuevas direcciones que consideraba el plan de restructuración interna está detenido.
El motivo de esto, asumió, no es otro que la carencia de recursos que hace insostenible que el municipio chillanejo contrate personal extra para ejecutar las funciones estipuladas en la nueva Planta.
El plan para potenciar la orgánica interna requiere necesariamente de recursos que la municipalidad ahora no tiene, para llamar a concurso de los profesionales que serán requeridos.
Si se considera que la ley daba un plazo de un año para efectuar las convocatorias, lo que vence en enero de 2021, es factible de entender que aquello no será posible de ejecutar restando seis meses de este 2020, envuelto además, en un escenario de alta incertidumbre.
En estas condiciones, lo más probable es que la entidad edilicia, que tiene fondos cada vez más acotados y que aún no conoce cual será su realidad contable hacia el segundo semestre, desista de realizar los concursos y nuevas contrataciones.
Una salida posible, explicó Zoraya Martínez, es que la entidad edilicia llene los cargos que restan por completar con personal municipal que tiene las competencias necesarias para asumir las nuevas funciones.
Prudencia
El asesor en temas municipales, el ingeniero civil Luis Díaz Acuña, indicó que “en las actuales circunstancias lo que debe primar es la prudencia”.
El analista, puntualizó que “lo que ocurre en la Municipalidad de Chillán está pasando en muchas otras corporaciones edilicias del país, que han tenido que reformular sus presupuestos para combatir la epidemia, lo que es la nueva prioridad de los gobiernos comunales”.
Agregó que la Municipalidad de Providencia, por ejemplo, “no les renovó el contrato a más de 200 personas que se desempeñaban en actividades de orden deportivo y recreativo, y además el Gobierno de Chile no está contratando personal, salvo en lo que se refiere al ámbito de la salud”.
Díaz planteó que en las actuales circunstancias, los empleados públicos municipales, “son una clase hasta cierto punto privilegiada, pues tienen la seguridad de que si hacen o no su trabajo obtendrán a fin de mes sus remuneraciones”.
El ingeniero cree además que es altamente probable que en este caso el tema se zanje con una ley de corta tramitación que extienda los plazos para cumplir con la Ley de Plantas por un par de años.
