Las vulneraciones de derechos humanos en Ñuble durante los incendios de 2023
Share This Article
Tras los incendios forestales que afectaron a las regiones de Ñuble y Biobío durante los meses de enero y febrero de 2023, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) visitó las zonas afectadas para levantar información, para posteriormente realizar observaciones de cómo las personas vieron afectados desde distintos ámbitos sus derechos humanos.
Los hallazgos y recomendaciones se recopilaron en un documento denominado “INDH en terreno Incendios Forestales de Ñuble y Biobío”, dirigido principalmente al Poder Ejecutivo, a Senapred, las municipalidades, los ministerios y organismos que intervienen como respuesta gubernamental ante las emergencias.
Las principales vulneraciones a derechos humanos fueron hacia la igualdad y no discriminación, acceso a la información, a la salud, a la vivienda adecuada, al trabajo, al agua y saneamiento y a un medio ambiente limpio, sano y sostenible.
“Las vulneraciones que se observaron en los incendios y también en las inundaciones, está el derecho a la vida, a la salud, a la vivienda. El derecho a la igualdad y la no discriminación se da mucho en Ñuble porque hay muchas cosas que le ocurren a las personas porque viven en la ruralidad y ahí no se respeta ese principio. Por ejemplo, que no te llegue la información porque vives en un lugar sin internet, donde no hay red y el sistema que tiene el Estado es avisando a través de los mensajes SAE. Si no te llega por vivir en una zona rural, hay una situación de discriminación que el Estado tiene que ir solventando. Las personas tienen que ser avisadas de cualquier manera”, explicó Isabel Amor, jefa regional del INDH en Ñuble.
“El derecho a la vivienda es un derecho bien interesante porque no habla únicamente de una casa, habla de un derecho a resguardo. La gente igual queda en un choque de derechos porque uno puede querer vivir en la orilla de un río, comprar un terreno y tener el derecho a vivir ahí pero luego puede pasar que el río se sale”, agregó.
Observaciones
De acuerdo al documento, hubo deficiencias en los planes de evacuación, en la entrega oportuna de información a los afectados para que pudiesen postular a beneficios sociales, problemas de ingreso a programas específicos de apoyo y acompañamiento psicológico para las personas afectadas, las viviendas de emergencia no cumplieron con las necesidades de los damnificados, la cantidad de agua suministrada diariamente por persona (50 litros diarios) se encontraba por debajo del estándar de la OMS (100 litros diarios) entre otras vulneraciones.
“Una de las cosas que recogimos de la observación territorial es que se reportó un serio problema sobre los títulos de dominio en los terrenos siniestrados. Hemos visto que se ha publicado una regularización masiva de títulos de dominio para los afectados, pero no necesariamente es suficiente porque hay muchos casos en los que es muy difícil solucionar. Entonces, eso nos remonta a otra conversación que tiene que ver con la cercanía de, por ejemplo, el Servicio de Registro Civil de Identificación y todo el proceso de regularizar las herencias y los terrenos para que este tipo de situaciones no sigan ocurriendo y que los casos que no estén regularizados los terrenos vayan siendo progresivamente menos”, resaltó Amor.
El énfasis del INDH en Ñuble, en relación a los incendios forestales, tuvo que ver con la revisión de la matriz productiva, ya que en los siniestros se quemó mucho material de trabajo y maquinarias, y no todos los afectados consiguieron ayudas estatales para su reactivación económica.
“Nos dimos cuenta que de repente el Estado ayuda a un cierto grupo de empresas, que son más bien pequeñas, pero cuando es un poco más grande la ayuda carece. Y no se trata de empresas gigantes, se trata de empresas que usualmente serían consideradas medianas, que se demoraron en este caso mucho más en acceder a fondos. Ahora, esa empresa que es mediana, por ejemplo, una empresa familiar que lleva 30 o 40 años funcionando, le da trabajo a 80 personas, lo que significa que son 80 familias y ahí se genera una cadena”, subrayó Amor, agregando que quienes trabajan de manera informal a veces no podían recibir los beneficios.
Planificación
La jefa regional del INDH en Ñuble destacó que se necesita mejor planificación y conciencia para enfrentar los eventos naturales que pueden afectar a la región y ocurrir cada vez con mayor frecuencia. Pueden ser desde terremotos, tsunamis, incendios forestales, inundaciones hasta la activación del volcán.
“Creemos firmemente que está mal dicho desastres naturales, sino que tenemos que enfrentarnos a estas situaciones como una manifestación de la naturaleza respecto a la cual el ser humano tiene que adaptarse, teniendo una actitud de resiliencia fuerte y conociendo el territorio que habita para poder prepararse. Esto va a seguir pasando, y va a seguir pasando con más y más frecuencia y vamos a tener que entender que necesitamos respuestas inmediatas o muy rápidas, que solo son posibles con planificación territorial. Es un país con hartos eventos y por lo tanto el desafío de derechos humanos es fuerte”, señaló.
Respecto a la actuación del Gobierno para atender las emergencias, sostuvo que “en término generales es buena” y se hizo lo posible por entregar una respuesta temprana lo más rápido posible. “En Ñuble se logró efectivamente que la respuesta temprana llegara temprano. En Maule, por ejemplo, en relación a las inundaciones, eso no pasó y hay un montón de cuestiones que mejorar que tienen que ver con la coordinación de todo el sistema de reacción y respuesta ante los desastres en todo nivel”, dijo.
Después que finalice el periodo de difusión del texto “INDH en terreno Incendios Forestales de Ñuble y Biobío”, en el segundo semestre de este año corresponde realizar el seguimiento para verificar si las instituciones de gobierno y los actores involucrados han efectuado cambios o adecuaciones para mejorar las políticas públicas para abordar los siniestros.
Situación actual de los DD.HH. en Ñuble
Isabel Amor explicó que la región cuenta con una mezcla de características sociodemográficas particulares que implican un desafío en materia de derechos humanos. Además de Ñuble ser azotada con frecuencia por incendios forestales e inundaciones, se suman otros factores, como el alto porcentaje de ruralidad y los adultos mayores.
“Si bien el acceso a la salud, al transporte, a la educación de los niños, niñas y adolescentes es una línea importante de desarrollar, creo que hay dos que juegan un rol bien específico en esta región que tienen que ver la característica de ruralidad. Somos la región que tiene el porcentaje de territorio más alto en ruralidad y, por lo tanto, hay un problema permanente en que las personas puedan acceder a los servicios básicos y a los derechos humanos básicos. Eso se complementa con una dificultad de acceso porque las vías son muy malas, las carreteras y los caminos con una lluvia ya quedan inutilizables y, por lo tanto, la autoridad, aunque tenga la mejor de las voluntades para llegar con ayuda o para preguntar si se hizo el control del niño sano, por ejemplo, es difícil que pueda hacerlo”, enfatizó.
“Al mismo tiempo, tenemos una característica fundamental en relación con las personas con discapacidad o a los adultos mayores que necesitan acompañamiento o directamente ayuda para movilidad. Ese desafío es enorme porque nos muestra a una región que tiene pocas políticas de apoyo a las personas que cuidan, teniendo un gran volumen de personas cuidando y nos da cuenta también de una región que no cuenta con un ELEAM, un centro de Larga Estadía para Adultos Mayores, de orden público. Entonces, hoy por hoy, las personas que son adultos mayores y que no tienen familia y no tienen donde vivir, ¿dónde quedan?”, añadió.
Recalcó que la dignidad humana es un derecho importante y un deber del Estado, “entre todos tenemos que empujar para que el Estado logre esos mínimos y no puede ser que al final de la vida mucha gente quede en la nada”.
La jefa regional del INDH señaló que “a Ñuble le falta muchísimo para poder alcanzar un nivel de vida adecuado para todas las personas que habitan la población. Sin embargo, creo que hay que tratar de ver el vaso medio lleno y pensar que aunque falta harto, no hay ningún motivo por el cual Ñuble no pueda avanzar a pasos agigantados para lograr lo mínimo”.