El pasado viernes comenzó a funcionar de manera oficial el Servicio Mejor Niñez, organismo que reemplazará al Servicio Nacional de Menores (Sename) para la protección de los derechos de la niñez y adolescencia.
A diferencia del antiguo sistema de protección para menores, el Servicio Mejor Niñez contará con un equipo especializado del que al menos un 75% deberá contar con un título técnico-profesional, marcando una diferencia sustantiva con el equipo del Sename.
Durante la semana pasada, sus nuevas autoridades han puesto el relieve en las diferencias que pretenden marcar con un Sename, cuya mala imagen ya la hacía insostenible e imposible de salvar, especialmente por la cantidad de noticias que hubo respecto de fallecimientos, gravísimas vulneraciones y negligencias cometidas contra los niños que eran usuarios del sistema.
A mediados de octubre se realizará la primera mesa que será presidida por la seremi del Ministerio de Desarrollo Social (Mideso) la ingeniera comercial Doris Osses, quien deberá entregar los lineamientos y pautas de trabajo para los 19 servicios que, en conjunto, se encargarán de desarrollar el programa que propone Mejor Niñez, entre ellos, las seremías de Vivienda, Educación, Salud y Justicia.
“Sename era un mundo muy grande para abarcar, y quizás había pocas delimitaciones para los niños que llegaban. El problema es que las residencias Sename son un mismo espacio al que llegaban tanto niños vulnerados como niños que fueron intervenidos por haber vulnerado los derechos de alguien más. Entonces compartían un mismo espacio en común, pero con afecciones distintas, lo que dificulta muchísimo el trabajo de reparación”.
Conforme a datos del Mideso, el total de niños atendidos por programas del Sename en Ñuble son 3.184, de los que 2.933 forman parte de programas ambulatorios.
Del total, en la actualidad, hay 150 niños en residencia, 242 en los programas familiares de acogida especializada (FAE) a través de fundaciones sin fines de lucro, 392 niños en programas de cuidados alternativos, siete residencias de organismos colaboradores del Sename (OCA), cinco REM, una RPL y una RPM.
Más oficinas de la Niñez
Como Ñuble es una región nueva, no se alcanzó a conseguir los recursos como para crear instancias como los hogares Cread, que existen en muchas otras regiones, ni tampoco se cuenta con programas orientados a superar las carencias de atención siquiátricas o sicológicas, especialmente de adolescentes.
Ahora, “se abrirán dos oficinas locales de la niñez, (hoy sólo hay una, en Chillán) en San Carlos, más la consolidación del proyecto piloto ya vigente en Quillón, pero el objetivo es que haya una en cada una de las 21 comunas”, explica la ingeniero comercial.
Pero más allá de las nuevas ofertas programáticas, lo específicas que éstas pretendan ser y de las exigencias curriculares de quienes formen parte de Mejor Niñez, “se cometieron errores en el pasado, o quizás lo justo sería decir que se los cometieron hasta ayer. Y en este cambio que vamos a tener, lo que se busca es minimizarlos, ya que nadie puede asegurar que estaremos exentos de problemas, porque estamos recién partiendo, pero pondremos todo el corazón para que sean los menos posible, porque cometer un error es equivocarse con un niño”, sostuvo.
Integración familiar
Pese al nuevo enfoque de Mejor Niñez, seguirá siendo el Ministerio de Justicia la entidad a cargo de los menores infractores de ley. La novedad es que se pretende crear el Servicio de Reinserción Juvenil, es decir, todos aquellos que son infractores de ley contarán con un espacio en el que habrá profesionales que se dedicarán a tratar de reinsertarlos con sus estudios.
De hecho, las estadísticas regionales demuestran que algunos usuarios que han salido del colegio es porque han sido infractores, y eso pasa cuando el sistema no advierte que se trata de niños que están viviendo o pasando por situaciones complejas que requerían asistencia.
Acá es donde destacan ciertos ejes del programa Mejor Niñez, como su función preventiva y anticipatoria respecto de las vulneraciones de derecho, con leyes que serán más duras con quienes las infrinjan y en ese sentido, se ha planteado un enfoque territorial que va de la mano con una política de descentralización, esto quiere decir que el director regional de esta nueva instancia tendrá más autonomía y más atribuciones respecto al nivel central para que, entre otras cosas, se reduzca al máximo la burocracia.
“Lo primero es siempre trabajar en conjunto con los padres, o en caso que esto no se pueda, intentar hacer contacto con el familiar más cercano y el más adecuado de los que puedan hacerse cargo del niño, porque al final del día todos necesitamos volver a nuestros orígenes, y ellos contarán desde luego con ayuda del Estado”.
Un sutil rechazo vecinal
La seremi de Justicia, Jacqueline Guíñez, advierte que “se entregaron todos los servicios firmados para que el nuevo Mejor Niñez recibiera todo organizado, para que en esta marcha blanca que tendrán como servicio no tuvieran que estar lidiando con las licitaciones”.
Además, en agosto pasado se anunció la creación de tres residencias de alto nivel y con las condiciones aptas para las nuevas exigencias. Sin embargo, a la fecha, sólo se concretó una en la comuna de San Carlos.
“De esta nueva residencia se hizo cargo la Fundación Familia, que es un nuevo organismo colaborador, planificada para niños de entre 7 a los 17 años y 11 meses (como dice la normativa), aunque también puede extenderse el caso de aquellos adolescentes que llegan a la universidad”, precisa.
Y si aún las otras dos opciones no se han concretado, en parte es porque ha habido una sistemática resistencia por parte de los residentes de los barrios en donde se ha visto alguna posibilidad.
En este punto, la abogada dice que “la prensa es muy positiva en muchas cosas y permite informar mucho, pero a veces –y es entendible- en los procesos de comunicación tras la exposición de hechos graves es que se tiende a generalizar todo. Por lo tanto, para nosotros no ha sido sencillo hacer entender a la ciudadanía que cuando abrimos una residencia es para niños y adolescentes que necesitan protección, no se trata de menores infractores de la ley ni en conflicto con la justicia”.
Este desconocimiento ha hecho que los residentes acudan a todas las instancias municipales y judiciales para evitar a los nuevos vecinos, y a todos los subterfugios, como por ejemplo, “que las casas no están en óptimas condiciones y por lo tanto, no son buenas para los niños”, que es una de las tantas excusas con las que se han encontrado.
Entonces, “mucha gente dice estar dispuesto a lo que aún llaman hogares de menores a ayudar a ser algún acto de solidaridad, pero casi nadie los quiere en sus barrios. La situación, en ocasiones ha hecho que nuestros abogados tuvieran que invocar la ley Zamudio para calmar ciertas situaciones”, comentó.
Reclusión de menores
Finalmente, queda aún por resolverse la situación del lugar en donde los menores condenados a penas o con medidas cautelares privativas de libertad, ya que desde que arrancó el sistema procesal penal vigente, en 2003, todos los adolescentes de entre los 14 y los 19 años que se encuentran en esta condición, son enviados al Cereco, de Concepción.
Por décadas, las distintas autoridades, tanto de Ñuble provincia como Ñuble Región han buscado formas de evitar el desarraigo que supone enviar a estos menores a una ciudad que no es donde viven sus padres.
Pero no sólo no ha prosperado, sino que se trata de un tema que asoma muy por debajo como prioridad que la búsqueda de un terreno para la nueva cárcel regional (que aún no cuenta con algo definido), y más abajo de la necesidad de encontrar una cárcel regional para las mujeres, lo que sí llegó a buen puerto y en este momento se está en etapa de construcción del recinto penal femenino en la ciudad de Bulnes.
Pese a lo anterior, la seremi de Justicia comenta que precisamente, la semana pasada sostuvo diversas reuniones con el nivel central, en las que se tocó esta necesidad.
La seremi, dice que actualmente la situación penitenciaria de los menores ñublensinos es muy diferente a la que se observaba hace un par de años.
“Para el 2018, los menores de Ñuble internados por orden del tribunal en el centro de reclusión para menores de Coronel, eran 12. Con la pandemia, bajaron considerablemente los actos delictuales callejeros y con eso la delincuencia juvenil e infantil. Por tal razón hoy sólo hay un infractor de ley de Ñuble en ese recinto”, detalla.
Como es altamente probable que con el fin de las restricciones sanitarias que se espera se concreten en el próximo año, los delitos callejeros vuelvan a una dinámica normal, la idea de la seremi es encontrar y concretar un espacio para un centro de reclusión para menores en esta región.
“Queremos seguir con la idea de generar dos centros, y ya hubo acercamientos con el Sename y la seremi de Bienes Nacionales para buscar estos espacios, sin embargo, por la misma pandemia se fueron postergando”, concluyó.
