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Durante alrededor de una hora, se mantuvo de forma pacífica, la manifestación realizada durante la tarde de ayer domingo en el centro de Chillán.
El llamado era a un cacerolazo que partió con una velada musical en el paseo “Las Palmeras” a un costado del mall, donde poco a poco fueron llegando familias, jóvenes y personas de todas las edades para sumarse a la marcha.
Alrededor de las 16 horas partió la columna de gente que se dirigió desde este punto hasta la Plaza de Armas, donde se agregaron grupos de motoqueros y muchas otras personas hasta completar unas tres mil personas, que con cantos, ollas y consignas dieron la vuelta a la manzana.
Descontento social
El descontento esta vez no se mira y apoya desde afuera, sino que afecta desde dentro, como planteó Esteban, quien llegó con sus tres hijas, menores de edad y su esposa. “Andamos aquí para apoyar la causa, un descontento social que ya hemos dado cuenta y nosotros también lo hemos sentido como familia”, relató.
“A mi hija la hemos postulado a la beca presidencial, para que tenga mejores oportunidades de estudiar”, describió, “yo soy un trabajador que no gana más de 400 mil pesos y no nos han ayudado en nada, hemos salido rechazados”, lamentó, “esas son las causas que me enervan, por eso vengo a apoyar, un descontento social en todo sentido, estamos cansados ya de las mentiras, así que estamos apoyando en familia de forma pacífica”, aclaró.
Desde otra arista, Héctor, quien llegó con su nieto, expresó: “venimos para sumarse a la inquietud de los jóvenes que nos están representando y hay que atreverse”, declaró, yo estoy a punto de jubilar y voy a recibir después de haber trabajado hasta los 63 años una pensión de 200 lucas”, explicó, “esa es mi principal preocupación, tengo que seguir viviendo y tengo buena salud, voy a vivir no sé hasta qué año y no sé hasta cuándo me va a durar esa plata”, puntualizó.
“El sistema está pésimo, hacía falta que pasara esto, para que los políticos se pongan las pilas y dejen de pelear entre ellos, creo que todo depende de nosotros, de que nos manifestemos”, aseguró.
También Eva acudió con su madre, su hermana y su hija, a manifestarse de manera pacífica, aunque no se sumaron a la columna de gente que marchaba por la calle, porque se acompañaban de una mujer de avanzada edad que no podía seguir el paso. “Vine para apoyar la causa, el desacuerdo que hay con la clase política chilena que legisla para ellos y no en favor de la gente, entre muchas otras cosas”, expresó.
Una profesora normalista jubilada, quien pidió reserva de su identidad declaró: “Yo soy profesora jubilada hace 11 años, soy profesora normalista y me educaron para formar personas de bien y este gobierno está haciendo de los muchachos de hoy, delincuentes”, dijo, “yo estoy luchando por una educación pública, estoy luchando por mejores salarios, estoy luchando por mejor salud, por mejores viviendas, estoy luchando porque como mujer, madre y abuela quiero lo mejor para mi país y lo mejor para la sociedad, lucho por el bien social para todos”, manifestó.