“Sin empleabilidad, las oportunidades no existen. Sin oportunidades, la empleabilidad es una mera ilusión”.
Las oportunidades hacen referencia a lo conveniente de un contexto y a la confluencia de un espacio y un periodo temporal apropiado para disminuir la probabilidad de estar en situación de desempleo involuntario. Las oportunidades, por tanto, son los instantes o plazos que resultan propicios para la empleabilidad.
La empleabilidad, por su parte, se entiende como el estado que adquiere un trabajador para adaptar sus habilidades, capacidades, competencias y conocimientos a las necesidades del sistema productivo. Bajo este atributo, el desempleo solo es de tipo friccional, es decir, dura un período de tiempo en el cual el trabajador encuentra un nuevo trabajo que se adapte a lo buscado.
Con serias dificultades para conseguir mano de obra comenzó la temporada agrícola 2021 – 2022 en Ñuble. El sector cifraba en un déficit del 30% de trabajadores que el sector requería para cumplir con los planes de producción. Lo que había ocurrido con los huertos de espárragos sin cosechar entre septiembre y octubre de 2021, por falta de mano de obra, hacía prever un escenario muy complejo… y fue lo que ocurrió. Como “la peor temporada de los últimos 30 años”, fue catalogado por los agricultores lo ocurrido en el período. Las exportaciones cayeron un 22% durante el primer trimestre del 2022. Entre los responsables: la escasez y el consecuente aumento del costo de mano de obra.
Si un trabajador, recolector de cerezas de exportación, puede llegar a ganar dos millones de pesos al mes (estimación hecha por la industria), ¿por qué cuesta tanto encontrar mano de obra local para cubrir dicha actividad? Al menos tres son las razones: La temporada dura tres meses, al término de la cual el escenario es de bajas oportunidades y empleabilidad; el salario promedio mensual alcanza los quinientos mil pesos, comparable al IFE Universal que recibió un hogar de 4 personas; y el trabajo es intensivo, con largas jornadas de hasta 12 horas necesarias para obtener un buen salario.
En cambio, el comercio informal ha sido muy atractivo para un sector importante de la población con menor calificación o que ha sido marginada del mercado laboral (por género, por edad, etc.). Las cifras de la Encuesta Nacional de Empleo cifran en la informalidad a uno de cada tres ocupados. Muchos de dichos trabajadores, han dedicado una buena parte de la liquidez de los beneficios Covid en compras de oportunidad y reventa, con márgenes muy atractivos. Por ejemplo, hizo noticia en un supermercado del norte del país la venta de una botella de aceite por $1.250. En el mercado informal, dicha botella se vende en $1.990, es decir se margina casi el 60%.
En resumen, si queremos mejorar la empleabilidad, debemos generar mayores oportunidades. Es el caso de trabajadores sin poder acceder al mercado laboral debido al cuidado de adultos mayores y/o niños pequeños. Las guarderías comunitarias para infantes y/o adultos mayores dependientes, junto con ser una alternativa de solución, abren oportunidades de empleabilidad para personas que, estando fuera de la fuerza laboral, tienen la experiencia de haber atendido situaciones similares en su propio núcleo familiar. Que duda cabe: oportunidades generan empleabilidad.