Por primera vez tras la pandemia, este año escolar comenzó con normalidad en los planteles educacionales de Ñuble. En ese contexto, a partir de este año el proceso educativo enfrentará tres grandes desafíos, que buscan mejorar la calidad y acotar las brechas de desigualdad.
La reactivación de los aprendizajes, la recuperación de los niveles de asistencia a las aulas, la captación de los alumnos que abandonaron el sistema educativo formal y el proceso de desmunicipalización de liceos y escuelas serán los temas que marcarán la agenda en educación en el periodo en curso.
Durante la emergencia sanitaria se demostró que la presencialidad en las aulas es irremplazable y que las clases online no son suficientes para un rendimiento adecuado.
Así lo expone el seremi de Educación, César Riquelme, quien indica que las brechas se observan en todos los niveles. Sin embargo, los focos este año estarán puestos en potenciar el plan de lectoescritura en el ciclo básico y en velar por la convivencia escolar, temas que producto de las circunstancias sanitarias, presentaron retrocesos.
Si bien desde el año pasado se comenzó a trabajar en aquellas áreas más resentidas, durante 2023 se pretende dar continuidad a ese abordaje y consolidar lo internalizado.
“Los alumnos perdieron experiencias en educación, que nos impactó fuerte en el ámbito de la convivencia y sobre todo en los niños de primero básico, quienes perdieron experiencias en el ámbito de la lectoescritura, que es el elemento primordial en el proceso de aprendizaje en esas edades. Estuvieron en pandemia dos años y cuando llegaron a tercero básico el desarrollo de las habilidades de lectoescritura no eran las mismas que podría haber habido durante la presencialidad, por lo tanto, ahí se nos genera un problema más o menos significativo”, sostiene.
“En el tema de desarrollo de habilidades de socialización en enseñanza media se notó mucho el retroceso que se produjo. A partir de la intervención que realizamos con la Universidad de Bío-Bío logramos capacitar a cerca mil profesores e intervenir tres comunas para trabajar aspectos socioemocionales y a través de ellos con los estudiantes logramos avanzar el año pasado en ese terreno y en el segundo semestre también se produce una disminución de los hechos de mayor relevancia en la convivencia”, precisa.
Para abordar ese rezago, la autoridad indica que se impulsarán diversas acciones dentro del marco de la política de reactivación de los aprendizajes del ministerio, para subsanar aquellas debilidades en el desempeño escolar.
“Una serie de instrumentos de apoyo del Mineduc, modos de trabajo y recursos didácticos de apoyo focalizados en el lectoescritura que están disponible en plataforma web para apoyar a estudiantes, docentes y familias, pero también el desarrollo de un número significativo, a nivel nacional, de monitores, donde vamos a requerir estudiantes de pedagogía, alumnos en práctica, incluso organizaciones de apoderados y de profesores para colaborar en una cruzada nacional, en función del desarrollo de los aprendizajes. Vamos a hacer también un instrumento que las escuelas van a aplicar para aquellos casos que detecten que hay un retraso lectoescritor significativo para una intervención fuerte”, anuncia.
Aumentar la asistencia
Una de las principales tareas este año es reforzar el vínculo entre los alumnos y su comunidad educativa, debido a los preocupantes niveles de ausencias en el sistema, cuyos efectos terminan perjudicando el progreso académico.
“Tenemos alrededor de un 30% de alumnos que faltaron más de un 15% a clases el año pasado. Faltar más de un 15% equivale a lo que se llama inasistencia grave. Entonces, para nosotros es una tarea primordial y vamos a poner todos nuestros esfuerzos en eso. La política de reactivación educativa que emana del Gobierno, nos habla de tareas concretas. Vamos a tener un equipo en todas las comunas para preocuparse de ir a las casas, de hablar con las familias, con los estudiantes que tuvieron problemas de asistencia o desertaron para revincularlos con la escuela”, destacó.
El seremi advirtió que los descensos más significativos en la asistencia se registran en la educación parvularia, en comparación a los otros niveles. “La inasistencia en educación parvularia es mayor que el promedio general y eso se da porque las familias deciden que los niños no vayan por un problema climatológico, etc, porque consideran que en la casa pueden suplir ciertas cosas del jardín. Entre los 0-4 años tenemos aún una falta de matrícula importante y dentro de los que están matriculados la inasistencia grave es bastante alta, entonces, ahí hay que hacer un trabajo estamos coordinados”, agregó.
Brechas de aprendizaje
Desde la Universidad del Bío-Bío han apoyado con acciones dirigidas a disminuir las brechas que dejó la pandemia en el aprendizaje, dejando a disposición estudiantes en práctica de Pedagogía y otras carreras, en algunos establecimientos prioritarios, con el fin de atender las áreas con mayores dificultades.
“Hemos ido apoyando algunas iniciativas del ministerio para mejorar esta condición de estudiantes rezagados en términos de aprendizaje.(…) Tratamos de cubrir todas las áreas de aprendizaje, pero fundamentalmente acudimos al apoyo pedagógico en lenguaje, matemáticas y ciencias, áreas difíciles y complejas para el estudiantado, pero también acudimos en apoyo a entregar contención emocional. Estamos trabajando un proyecto de investigación en tres establecimientos de la región en particular, asociados a la vulnerabilidad social. Es un proyecto en el que queremos establecer un plan piloto por dos años para generar una propuesta de modelo de apoyo para la contención emocional y la convivencia escolar”, destaca la decana de la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad de Bío-Bío, Fancy Castro Rubilar.
Si bien el proyecto es acotado en materia de recuperación, la académica entrega algunas recomendaciones que se pueden extender al resto de los planteles educativos.
“Tratar de no generar una especie de saturación de contenidos, porque a veces se entiende que reactivar los aprendizajes tiene que ver con enseñar más contenidos, y esto tiene que ver con generar una propuesta pedagógica más integral, que logre llegar a todos los aspectos más importante del ser humano. Es muy importante desarrollar talleres con una perspectiva más amplia, en términos de desarrollo de la actividad física, cultural y artística, como resultado de eso nos va permitir que el estudiantado pueda avanzar en su desarrollo de manera activa y no en una situación de acumulación de contenidos, porque la tendencia siempre está en que en la medida que se enseñan más contenido, se aprende más. Lo importante es que los aprendizajes sean efectivamente importantes, significativos y que conecten con la realidad de los niños y jóvenes en el sistema escolar”, explica.
A su juicio, los problemas que afectan el desarrollo educativo, como inasistencia y la deserción, deben ser entendidos en un contexto más amplio, atendiendo variables socioeconómicas, que permitan activar estrategias orientadas a revincular a los alumnos y sus familias.
“Hay que entender que los problemas educativos son multifactoriales y por lo tanto en esta realidad intervienen varios aspectos que tienen que ver con las condiciones socioemocionales de las familias. Entender que el descenso en la matrícula es un problema exclusivo de la escuela, es no entender el problema, por lo tanto, creo que las instituciones deben ponerse al servicio de mejorar las condiciones de accesibilidad a los estudiantes para que las familias puedan apoyar el proceso educativo”, sostiene.
Adiós al sistema municipal de educación en 2024
El año en curso será el último en que algunos los liceos y escuelas de Ñuble estén sujetos bajo la administración municipal. A partir de 1 enero de 2024 se concretará el inicio del traspaso definitivo al sector público, de acuerdo a la Ley Miscelánea, aprobada en diciembre pasado en el Congreso Nacional.
A cargo de liderar este proceso en Ñuble, está el Servicio Local de Educación Pública Punilla Cordillera, que a partir de esa fecha tendrá la administración de 98 establecimientos educacionales de las comunas de San Carlos, San Fabián, Coihueco, Pinto y Ñiquén.
A partir de junio pasado comenzó el trabajo de la directora ejecutiva, Karina Sabattini, quien a la fecha ha sostenido reuniones con instituciones y actores claves del territorio, lo que ha posibilitado tener una caracterización contextualizada con respecto a las necesidades y potencialidades de cada una de las comunidades educativas.
“Hemos podido levantar un diagnóstico en distintos aspectos como infraestructura, principalmente en los sistemas eléctricos de los recintos, los cierres perimetrales, la accesibilidad universal, calefacción, espacios techados y multicanchas, entre otros. Este diagnóstico nos permite anticiparnos para contar con una cartera de proyectos para priorizar y focalizar a la hora de ser traspasado el servicio educativo. Del mismo modo, en lo que respecta a lo pedagógico, hemos podido conocer en terreno los proyectos educativos, planes de mejoramiento y sellos educativos. Esto será clave trabajarlo junto a las comunidades educativas para contar con un modelo pedagógico que nos permita facilitar las trayectorias educativas, el fortalecimiento de la educación rural y técnico profesional; asistencia a clases y desarrollo integral”, comenta.
La profesional enfatiza en que este 2023 el trabajo se focalizará en continuar con la vinculación en el territorio para facilitar el proceso de transición del sistema educativo.
“Seguiremos trabajando en la vinculación territorial con todos los actores claves como autoridades regionales, municipios y gremios de la educación, con el propósito de facilitar la instalación del primer Servicio Local de Educación Pública en la región de Ñuble. Por otra parte, una de nuestras principales tareas es la de generar espacios de participación con los directores, docentes, asistentes de la educación, apoderados, estudiantes y organizaciones locales, sumando y fortaleciendo el diálogo con todos para asegurar un buen traspaso del sistema educativo. Asimismo, continuaremos con una agenda en terreno que permita seguir conociendo a las comunidades educativas, generando confianzas y vínculos lo que facilitará el proceso de transición desde municipio a la nueva institucionalidad”, adelanta.
La académica UBB, Fancy Castro, valora los pasos que se han dado en dirección a recuperar la educación pública. Sin embargo, considera que es necesario contar con un centro de estudios de investigación aplicada en la región que permita arrojar datos claves y precisos para tomar mejores decisiones.
“Si bien es cierto las indicaciones vienen del nivel central, la realidad de las regiones es única, nosotros somos una región eminentemente rural, por lo tanto, las características de la región son distintas de otras regiones y también la conformación de los territorios. Es muy importante contar con información validada que nos permita como región tomar las mejores decisiones al respecto. Y precisamente en este proceso de instalación de los servicios locales de educación es sumamente necesario. Necesitamos saber cuántos profesores se necesitan, en qué niveles se necesitan más, dónde tener una necesidad urgente de determinadas especializaciones. Estamos actuando, en general, en la región a tientas, porque no tenemos la visión acotada a la región, qué es lo que necesita para proyectarse, dónde poner los énfasis, porque no hay mejor decisión que la decisión informada con datos precisos para los esfuerzos técnicos y económicos que se hacen”, explica.