Dos partidos, dos expulsiones. En dos duelos consecutivos, Ñublense ha terminado jugando con diez jugadores tras sufrir las expulsiones de alguno de sus elementos.
Frente a Deportes Copiapó, el atacante David Escalante se fue a las duchas a los 67’ tras golpear con un manotazo, involuntario, según el argentino, al defensor central Diego García.
En tanto, el domingo, fue el turno del joven lateral derecho David Tapia, quien se fue expulsado por doble amarilla a los 68’ tras una fuerte entrada contra el escurridizo delantero de San Felipe Yimmy Cisterna.
De ahí en adelante, el elenco ñublensino acentuó la faceta defensiva para rescatar un empate en Quillota tras un deslucido partido como expresión de espectáculo.
Las cartulinas amarillas también se han transformado en un dolor de cabeza ya que han mermado también su abanico de opciones. El volante de corte Leonel Corro estuvo una fecha suspendido tras completar cinco amarillas y ya el domingo sumó otra.
El entrenador Jaime García, por un problema vocal, no declaró post partido con San Felipe, pero su ayudante Diego Santelices reconoció que la expulsión de David Tapia el domingo obligó al Rojo a reforzar la faceta defensiva y trasladar a esa zona al zaguero central Andrés Díaz, cuya función fue asumida por el ingresado por Brayan Molina.
“Estoy a disposición del profesor para que me ocupe donde sea, pero si me pone ahí o elige a otro, el profesor decide”, aseguró el zaguero Andrés Díaz. “Se nos complicó el partido con la expulsión, pero nos llevamos algo, cuando no se puede jugar hay que poner lo otro”, aportó Fernando Lazcano.
Duelo clave
Para el choque del domingo a las 15.30 horas, Jaime García maneja la opción de ingresar a Guillermo Avello o trasladar a Andrés Díaz como lateral derecho y ubicar a Brayan Molina como stopper.
También tendrá que decidir si la ausencia de David Escalante, la vuelve a suplir con Valdivia y si deja otra vez en la banca al venezolano Johan Moreno. El del fin de semana, será un choque clave para los diablos rojos en su afán de alejarse de la zona de descenso y terminar la primera rueda más cerca de la zona de liguilla.
Esto porque Santa Cruz, rival que tiene en sus filas al ex capitán de Ñublense, José Antonio Rojas, marcha décimo con 16 puntos, uno más que los diablos rojos que suman 15.
“Nos quedan dos partidos. Será clave sumar los seis puntos para quedar lo más arriba posible cuando termine la primera rueda”, recalca Lazcano.
En la última fecha, el conjunto de los diablos rojos visitará a Barnechea que está en el quinto puesto con 20 unidades. El técnico Jaime García y la dirigencia se abocarán, durante el receso, a la búsqueda de tres o menos refuerzos para el plantel de cara a la segunda y decisiva rueda.