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A comienzos de septiembre del año pasado el Papa Francisco comunicó a Carlos Pellegrin que había aceptado su renuncia al cargo de obispo de la Diócesis de Chillán, la que presentó en mayo junto a toda la Conferencia Episcopal en Roma. Su salida se materializó tres semanas más tarde en un punto de prensa donde reconoció que la denuncia recibida por Fiscalía en agosto por presunto abuso sexual, probablemente había influido en la decisión del Pontífice. Recalcó su inocencia y se radicó en su casa de Buchupureo durante el resto del año.
El silencio de Pellegrin
El obispo emérito de Chillán actualmente vive en Santiago junto a su madre, Victoria Barrera, y visita esporádicamente su casa en Buchupureo. Sus cercanos afirman que se encuentra en un tiempo de “reintrospección” y que a diferencia de los primeros meses desde su salida, se ha acercado a su congregación Misioneros del Verbo Divino.
Graziano Beltrami, provincial de la congregación, destaca que “no es que haya estado alejado, es que está atendiendo a su madre porque sus padres están bastante ancianos. De vez en cuando nos vemos. Él está esperando que haya algo nuevo en su investigación, porque hasta el momento no sabemos nada”.
La Fiscalía Metropolitana Centro Norte, donde fue traspasada la causa del obispo, confirmó que la indagatoria continúa vigente.
Cercanos a la congregación aseguran que “está cuidando a su madre que está bastante enferma. En algunas oportunidades va al Colegio Verbo Divino -del que fue rector antes de ser obispo de Chillán- ha tenido algunas reuniones allí con sacerdotes y también se ha hospedado. Está compartiendo más con la comunidad, al principio no había sido así. No es que la congregación lo haya abandonado, él ha retomado el contacto. Está más repuesto después de todo lo que sucedió. Está en silencio y en una reintrospección, pensando todo lo que generó él para que pasara lo que ocurrió”.
Pellegrin se ha restado incluso de actividades oficiales. La Conferencia Episcopal organizó la última semana de julio una reunión de obispos y administradores apostólicos en Punta de Tralca, a la que invitaron a los obispos eméritos. Según la versión de Jaime Coiro, portavoz de la Conferencia Episcopal, “los obispos eméritos Carlos Pellegrin y Alberto Jara no participaron en el retiro espiritual para obispos que la Conferencia Episcopal ofrece regularmente, cada dos años”. Uno de los asistentes al retiro confirma que “él estaba en la lista, incluso con dormitorio asignado, no sabemos por qué no vino. La reunión era para escuchar prédicas y dedicar tiempo a la oración”.
Los misterios de su salida
A casi un año desde que se aceptara su renuncia, el Papa aún no ha transparentado los motivos de su salida, ni la de otros obispos. Actualmente la Nunciatura investiga una denuncia que recibió en contra de Pellegrin el año pasado, cuyos antecedentes ya se habrían enviado a Roma. Ha trascendido que el obispo emérito está organizando su defensa e incluso ha consultado a abogados de la zona.
Juan Carlos Claret, secretario ejecutivo de la Red laica Chile, enfatiza que “Roma ha sido mezquina en entregar información. Desde que en septiembre de 2018 sale Pellegrin uno sigue especulando que los hechos por los que salió son todos de una gravedad, que incluso para Fiscalía son constitutivos de delito.La poca información se considera como una burla a las comunidades y los sobrevivientes que denunciaron a Pellegrin”.
Claret cuestiona que “para sacar a Juan Barros nos tomó tres años, pero la Red laical de Chillán en tan solo cuatro meses de trabajo consiguió sacar a Pellegrin, entonces, o la Red laical de Chillán fue mucho más efectiva en su trabajo o es que sobre el caso de Pellegrin el Papa tomó conocimiento de hechos más graves todavía. Es incomprensible que no se informe cuáles fueron las causas de su salida considerando un historial de una gravedad extraordinaria que ha hecho que la Fiscalía inicie sobre Pellegrin una investigación penal, sobre la que exigimos que haya una pronta formalización porque no se entiende la demora del fiscal Armendáriz”.
Y agregó: “son obispos que no solo tienen que salir de los obispados a sus casas, sino que transitar de sus casas a las cárceles. La protección con tanto secreto que hay en la agenda encubierta por la Conferencia Episcopal sobre qué es lo que hace o no Carlos Pellegrin da a entender que es importante para los obispos custodiarlo bajo secreto, considerando que ningún otro obispo cuenta con ese nivel de protección. Hasta qué punto los obispos son capaces de proteger a Pellegrin ocultando su agenda. Roma se niega a entregar antecedentes de los obispos chilenos como una defensa corporativa”.
El obispo emérito fue contactado por LA DISCUSIÓN para esta nota, pero no respondió al requerimiento.