Señor Director:
El problema del tercero retiro del 10% desde las AFP no radica, exclusivamente, en el creciente riesgo de bajas en pensiones futuras. La primera y más evidente es que se comienza a poner una lápida al actual sistema previsional, sin siquiera tener claridad de cuál será el mecanismo de reemplazo. Además, está el daño que se le genera a la economía local, pues parte importante de los dineros de los fondos de pensiones, son invertidos en nuestro país, y parte del crecimiento económico que hemos experimentado durante décadas, se debe a lo mismo. Es tan relevante el rol que tienen los fondos de pensiones que, por ejemplo, muchas de las casas donde vivimos las compramos con letras hipotecarias, las que fueron adquiridas por nuestros propios fondos de pensiones.
Nuestro ahorro, ha generado una inversión que va en beneficio de nosotros mismos. Cuando uno ve a la Cámara, apoyando, ampliamente, un tercer retiro confirmas que se está legislando para el corto plazo. Es decir, para la ganada rápida y la popularidad exprés.
Un diputado de Chile no puede, ni debe legislar así. Ni hablar del rol del Gobierno, que una vez más, no es capaz, siquiera, de alinear a sus propios parlamentarios. El desgobierno que se observa y la ausencia de autoridad en temas de tal envergadura como son las jubilaciones futuras no merecen ser tratados bajo el manto de una pseudo indiferencia gubernamental.
Un Estado como el chileno no puede financiar las pensiones. Eso es simplemente imposible. Tampoco podemos confiar en un sistema de reparto, porque, la esperanza de vida de nuestra población y la composición demográfica, no dan para lograrlo. Se debe potenciar la Pensión Básica Solidaria, incrementar las cotizaciones, aumentar la edad de jubilación, disminuir las barreras de entrada para la administración y eliminar el sistema de jubilación de las FF.AA.
Lo anterior en nada aminora el dolor y sufrimiento de muchas familias chilenas que producto de la pandemia han tenido que soportar meses de dolor e impotencia. Pero la solución no está en sacar de nuestros ahorros, para eso el país tiene sus propios fondos que debieran ser destinados a subsanar la precaria realidad de muchas y muchos chilenos.
Felipe Vergara Maldonado Analista político, UNAB