La titánica tarea de pavimentar los caminos rurales del territorio
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Al presente mes de septiembre, y cuando se cumple un año desde la creación de la Región de Ñuble, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la Intendencia han reportado avances en cuanto a pavimentación de caminos, de tal manera que ya van cerca de 70 kilómetros con asfalto, lo que acerca la meta de 100 kilómetros anuales considerada en la planificación inicial.
El ambicioso programa, comentó el intendente Martín Arrau, tiene como finalidad dar una respuesta concreta a la carencia que exhibe la zona, que la tiene entre las regiones con menor tasa de pavimentación, con un 24% de sus rutas, muy bajo respecto del índice nacional.
La tarea es compleja, pero la entrega constante de fondos para ese fin permitiría, agrega el seremi de Obras Públicas Cristóbal Jardúa, disminuir de manera considerable los índices de precariedad que exhiben las vías de la red carretera del territorio.
Jardúa manifestó que “desde el momento en que asumimos como región, el intendente nos ha pedido priorizar los temas de caminos. Esto fue traspasado al Plan Región de Ñuble que anunció el Presidente Sebastián Piñera, a principios de este año. Llevamos a la fecha un 70% de ejecución de los pavimentos propuestos para este año, y esperamos con creces pasar la meta en diciembre, pensando en pavimentar más de 100 kilómetros, que es lo comprometido”.
La autoridad de Obras Públicas remarca que un apoyo fundamental para esos logros ha sido el Gobierno Regional, “quienes nos han inyectado fondos para poder sacar adelante estos proyectos, que van en directo beneficio de nuestras comunidades rurales , las que llevan años soñando con tener caminos pavimentados y de esa manera , bajar nuestra tasa de ruralidad”.
Ripio y tierra
La red vial regional cuenta, según datos de la Dirección de Vialidad con un total de 4.307,58 kms. de caminos, representando el 5,24% de la red vial nacional a diciembre de 2016, establecida en 82.133,78 kms. Del total de caminos de la región, la red pavimentada está compuesta por 860,96 kms. Además, prácticamente 3.238 kms. de su red vial se encuentra en estándar de ripio y tierra, principalmente (89%), esto es, aquellos pertenecientes a las redes de caminos regionales comunales.
La Región de Ñuble, según datos oficiales, es una de las que a nivel nacional tiene la menor cantidad de caminos pavimentados y asfaltados del país. Como contraparte, es la que exhibe mayor cantidad de vías de ripio y tierra, solo superada en algunos ítemes por Arica, Los Ríos, Aysén y Magallanes.
Para tratar de revertir esta situación, que tiene a un alto porcentaje de los 4.307 kilómetros de caminos enrolados en condiciones desfavorables, de los cuales 2.654 kilómetros son de ripio y 584 kilómetros de tierra, es que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) licitó un proyecto que tiene como finalidad contratar a una empresa que genere un modelo de planificación vial a largo plazo.
Lo que se pretende, precisó Cristóbal Jardúa, es conocer el estado actual de la red caminera, sus usos y la carga que soporta, para que en función de esas y otras variables se determine una carta de navegación que permita definir inversiones hasta por lo menos el año 2040.
El principal objetivo del estudio, acotó, “es desarrollar e implementar un modelo de planificación estratégica de transporte interurbano, que considere tanto la situación actual como en prospectiva de mediano y largo plazo, las modificaciones experimentadas en la red de transporte de la Región del Ñuble”.
La autoridad, precisó que se trata de “un modelo de redes que es capaz de incorporar los proyectos de mejoramiento, apertura, conservación. El modelo estratégico permitirá simular los tránsitos futuros y evaluar los proyectos en formato de planes, de manera de asegurar la sinergia y la coherencia entre los proyectos al ser analizados sobre una red vial común”.
Según antecedentes de la entidad, el monto destinado para ejecutar el estudio solicitado llega a los $115.200.000. Una vez contratado la empresa seleccionada deberá entregar el informe en un plazo de 345 días.
En las bases de la licitación se plantea que una de las tareas más importantes a realizar como parte del estudio corresponde a la proyección de la demanda de viajes futuros para cada uno de los diferentes tipos de usuarios de las vías y la actividad económica.
Para ello se deberán considerar al menos el análisis y estimación del PIB nacional y regional; la evolución del PIB regional por rama económica; las tendencias de principales actividades comerciales, entre otras.
Bajo estos supuestos, el consultor adjudicado “deberá proponer una estimación de crecimiento de la actividad económica para los distintos períodos identificados, entre cortes temporales, vale decir 2019-2025, 2025-2030 y 2030-2040”.
Además en esta etapa se deberán identificar aquellos proyectos de inversión regionales que puedan materializarse en el mediano y largo plazo, de tal modo de prever el alcance que pueden tener sobre la infraestructura caminera, como centrales hidroeléctricas, plantas de procesamiento de maderas, pisciculturas, turismo, entre otras que eventualmente pueden ser materializadas.