Señor Director:
Impresentable la nueva forma de tiranía que nos implanta el Sr. Chahuán, y no tengo duda de la complicidad de Macaya y Hutt, al pretender pasar por el aro la intervención de la Cámara de Diputados en la “evaluación” de la obsesión infantil en que se ha transformado un nuevo proceso constituyente.
Es tanto el temor a un fracaso, cuyos fundamentos serían muy reales, que al mejor estilo tiránico sugiere saltarse ese proceso. Es como decir que ante el riesgo de perder en una nueva elección, mejor saltémonos las elecciones y sigamos participando nosotros.
Chahuán y sus cómplices saben que el rechazo de los chilenos no obedece a, técnicamente, una nueva constitución, sino a que estamos asqueados de la basura en que han transformado el tema, y ellos en unos vándalos al mejor estilo de los bárbaros, donde los demás siendo mayoría o son tontos, o son malos o son extremos.
En ese escenario, resulta incomprensible que estos tipos, según las encuestas ciudadanas tan detestados, aún continúen al mando de sus respectivos partidos. ¿Cuáles serán las trancas de sus Parlamentarios y militantes para no mandarlos a freír monos al África en menos de lo que canta un gallo? Esto y no otra cosa es lo que nos tiene hasta el cogote en problemas, incertidumbre y desazón, la incapacidad de las militancias de destronar a verdaderos señores feudales cuya omnipotencia supera lo humano y lo divino.
Mientras los ciudadanos no impongamos nuestra decisión y exijamos merecido respeto, nada habremos ganado y mucho perdido.
Freddy R. Blanc Sperberg
Consejero Nacional Partido Republicano