La sostenibilidad

Señor Director:
La sostenibilidad se ha instalado hace tiempo como un mantra social, pero aún falta madurez para actuar con verdadera responsabilidad. Prácticas como la discriminación, la selección basada en impresiones o los egos que destruyen la confianza evidencian que no podemos llamarnos sostenibles si no garantizamos un trato digno y humano dentro de las organizaciones y hacia las familias que dependen de ellas.
Ser sostenible va más allá de gestos superficiales: es un compromiso moral con el bienestar de las personas y el legado que dejamos. Los trabajadores no son un número, son padres, madres e hijos con vulnerabilidades, y el cuidado hacia ellos debe ser genuino. Quienes no lo comprendan, tarde o temprano enfrentarán consecuencias.
También los consumidores deben mirar más allá: los productos y servicios que elegimos deben cumplir estándares éticos y transparentes. La Directiva (UE) 2024/825, aprobada el 28 de febrero de 2024, busca precisamente empoderar a los consumidores frente a prácticas desleales y prohibir mensajes engañosos sobre el impacto ambiental o social. En resumen: nada de vender humo.
A nivel educativo, urge formar generaciones con valores, respeto y empatía, además de herramientas para denunciar abusos o discriminación. Todos podemos errar, pero lo grave es vivir con miedo por culpa de líderes insensibles. Esos comportamientos dañan no solo a las personas, sino también a su entorno. Por eso, sería deseable que las evaluaciones de desempeño de los directivos fueran públicas, incluyendo sus vínculos y sesgos. Solo así podríamos hablar, de verdad, de la valentía del ser.
Gonzalo Gutiérrez
Director de Auditoría en BDO Chile