Señor Director:
Para nadie es novedad que la violencia y la agresividad por la que nuestra sociedad transita desde hace un tiempo no tiene precedentes en el país. Últimamente nos hemos enfrentado a actos, atentados y manifestaciones que denigran y ponen la dignidad del ser humano en el último escalafón.
La nuestra se encamina a convertirse en una sociedad que no queremos ser, una que olvidó el respeto y la tolerancia, que obvió lo básico para convivir con otros y así como si nada destruyó los principios más primitivos y ancestrales que se requieren para que un grupo humano viva en armonía. La tónica parece ser imponerse e invalidar la opinión, sentimientos y emociones de los demás.
Es lamentable que poco a poco comencemos a normalizar la violencia en todas sus representaciones, que después de tanta agresión, vandalismo y terrorismo desatado la regla sea asumir que esa es la realidad. Al parecer abrimos la puerta sin poner límites ni restricciones y cerrarla será difícil, pues cada vez son más frecuentes los atentados en la macrozona sur, la delincuencia atemoriza a todos los ciudadanos, ya se instaló el terrorismo y las faltas de respeto se han institucionalizado.
Muchos creen que una nueva constitución nos alejará de la sociedad que hemos ido construyendo, pero la mala noticia es que ninguna ley nos ayudará a ser mejores personas. Mientras no cambiemos y modifiquemos nuestra conducta, seguiremos siendo esa sociedad que no queremos ser.
Constanza Escobar Cárdenas
Directora de Administración Pública USS