Corría 2014 y Andrés Vilches (31) emergía como goleador de Huachipato, el club que lo formó.
Esa temporada, fue el máximo anotador del cuadro acerero y el artillero de la Copa Sudamericana con cinco tantos, de la mano del técnico Mario Salas.
Por eso no tardó en arribar a Colo Colo, donde firmó por tres temporadas, pero no pudo reeditar su mejor versión, para luego defender a la UC, donde fue de más a menos, y a clubes como Unión La Calera, donde fue su goleador con 14 goles en 31 partidos y recientemente, Palestino, club en el que marcó solo un gol y fue relegado a la banca.
Llegó a Ñublense a comienzos de esta temporada con la obligación de recuperar su mejor nivel y aportar con goles, pero tras 11 fechas en el Torneo Nacional y dos por Copa Libertadores, la sequía goleadora del oriundo del barrio de Michaihue, de San Pedro de la Paz, despertó las duras críticas de la hinchada que, incluso, lo pifió en los últimos partidos que ingresó, cada vez que perdía o no aguantaba un balón.
Sin embargo, Vilches siguió entrenando en silencio, con el respaldo de sus compañeros y la confianza del técnico Jaime García, que jamás dejó de considerarlo, ya sea desde el arranque o la banca.
Y llegó su revancha. En el partido clave frente a Palestino, anotó el gol del triunfo por 2-1 y su nombre entró para siempre en la historia de Ñublense, la noche del pasado martes, cuando anotó el tanto agónico que le dio la victoria a los diablos rojos sobre Aucas, por la Copa Libertadores, el primer del Rojo en el torneo continental.
“Contento por Andrés que es un buen chico y siempre trabajó bien, sin perder la confianza y siempre con nuestro apoyo. Ahí está el fruto. Me alegro mucho por él”, recalcó el entrenador de los diablos rojos, Jaime García, quien, cuando las críticas arreciaron contra el atacante, explicó que “igual el equipo no genera tantas ocasiones de gol”.
Sus compañeros siempre le entregaron todo su respaldo y confiaban en que Vilches demostraría su efectividad ante el arco rival. Por lo mismo, en sus dos primeros goles oficiales, corrieron todos a abrazarlo.
“Contento por mis compañeros y especialmente, por Andrés, que quizá venía en una rachita sin convertir, pero haciendo un gran esfuerzo. Es muy bueno que marquen nuestros delanteros para la confianza”, declaró el capitán, Jovany Campusano.
La noche del martes, Vilches, tras anotar un golazo histórico, con enganche y zapatazo incluido, se retiró sonriente de la cancha ovacionado por una hinchada que ahora solo espera que siga en racha frente a Copiapó